Vecinos del barrio Santa Ana (Rionegro) vivieron una experiencia asfixiante por cuenta de un descuido en el procesamiento de pimientos, sucedido en una fábrica artesanal de picantes y otros productos afines. De acuerdo con el subsecretario municipal de Gestión del Riesgo, los efectos de la exposición a los gases resultantes por esa mala manipulación (náuseas, ojos llorosos y dolor de garganta) fueron padecidos por los miembros de, al menos, unas 40 familias.