Un nuevo hábito: hablar con su contador

*Por: Marcela Carmona, contadora pública.

Hoy se habla de incorporar a nuestra vida hábitos que nos permiten tener bienestar y un sinnúmero de beneficios que aporten a la calidad de vida. Y, entonces, ¿de qué se trata este nuevo hábito de hablar con nuestro contador? Empecemos conociendo quién es un contador. Por definición normativa, la Ley 490 de 1990, que reglamenta la profesión del contador público, y a través del artículo 1 establece:

• Contador: se entiende por contador público a la persona natural que, mediante la inscripción que acredite su competencia profesional en los términos de la presente Ley, está facultada para dar fe pública de hechos propios del ámbito de su profesión, dictaminar sobre estados financieros, y realizar las demás actividades relacionadas con la ciencia contable en general.
• Técnica contable: para los efectos de esta Ley, se entienden por actividades relacionadas con la ciencia contable en general a todas aquellas que implican organización, revisión y control de contabilidades, certificaciones y dictámenes sobre estados financieros, certificaciones que se expidan con fundamentos en los libros de contabilidad, revisoría fiscal prestación de servicios de auditoría. Así como todas aquellas actividades conexas con la naturaleza de la función profesional del contador público, tales como: la asesoría tributaria, la asesoría gerencial, en aspectos contables y similares.

Sin embargo, en medio del tecnicismo, conozcamos a través de un recuento qué hacen nuestros contadores:

1. El contador público tiene la capacidad de guiarnos frente un proceso financiero. Esto se logra cuando entendemos que la contabilidad no solo cumple funciones por cumplir la norma, o es un requisito, como suele verse, ya que también es un gran insumo para tomar decisiones. Cuando se trata de analizar, se trata de analizar cómo se encuentra la medición de los bienes y derechos, deudas con terceros, aportes en calidad de socios, cómo se encuentra la medición de los ingresos, costos y gastos frente a la gestión de las utilidades de los negocios desarrollados por las personas naturales (puedes ser tú, lector, o cualquier persona) así como en las personas jurídicas (empresas).
2. El contador público orienta en un proceso tributario, a través de su experiencia y conocimiento en temas fiscales, por lo que su criterio permite cumplir con la obligación de contribuir, según nuestras obligaciones, de cara a los impuestos.
3. El contador público, dentro de su gestión, cumple con un sinnúmero de actividades, las cuales se desarrollan según el perfil de la persona a quien presta su asesoría; así como, también, su trayectoria. Y, en este orden, podríamos decir que este recuento podría extenderse.

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En este sentido, ¿usted es consiente de cada cuánto busca a su contador para conocer su situación a lo largo de un periodo de tiempo? No solo se trata de que veamos la relevancia en contactar los contadores cuando vemos que se nos llega el momento de cumplir con nuestras obligaciones. También, se trata de ver, a través de su enfoque, todo el aporte que puede brindarnos cotidianamente cuando desarrollamos transacciones a título personal o en las empresas.

Por ello, cuando se trata de analizar con alguien estos movimientos, no dude en llamar a su contador de confianza, para ponerle el contexto de su situación, escuchar atentamente sus indicaciones, y al final la gestión traduzca en decisiones importantes en las cuales ambas partes se beneficien; teniendo presente, que el acompañamiento de este profesional tiene un costo que, viéndolo en las bondades que puede traer su presencia, a través del tiempo, se entenderá como una verdadera inversión.

Construir ese hábito implica tiempo, disposición y receptividad, y esta relación se fortalece entre la persona y el contador. Sin embargo, toda persona que tenga la disposición de dar el paso genera una dinámica forma de llevar en orden sus transacciones, producir aprendizajes, dar valor a sus negocios; y si además incorporó una técnica para planificar los objetivos de este hábito, puede encontrar una amigable forma de dar relevancia a esta buena charla.  

Recuerda, tu contador es un aliado, y puede convertirse en un asesor integral de negocios.