Por Laura Montoya Carvajal
Este esfuerzo trajo en primer lugar a los dos relatores de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas, que presentó en febrero del año pasado un informe con miras a establecer origen y causas del conflicto, así como otros factores determinantes. Eduardo Pizarro Leongómez y Víctor Manuel Moncayo estuvieron en este primer encuentro hablando de la visión histórica del conflicto armado.
Moncayo, exrector de la Universidad Nacional y abogado, enuncia en conversación con Vivir en El Poblado su tesis sobre el origen del conflicto: “Lo explica el orden social vigente, es decir, es una visión estructural, sistémica, por oposición a quienes consideran que el conflicto tiene como origen las decisiones de colectivos o personas como decisiones individuales”.
Por eso, el relator considera que si se van a buscar responsables, el primero es el orden social vigente, y de ahí en adelante se generan “expresiones de esta conflictividad”, lo cual sí puede ser individualizado. “La jurisdicción especial de paz dijo, este conflicto tiene muchos actores, y todos deben apersonarse de las responsabilidades”, puntualiza.
Considerar el origen y la responsabilidad de los colombianos en el conflicto es, para el abogado, uno de los aspectos más importantes a divulgar en eventos como el foro, que intentan acercar análisis al público general.
“La tarea que nosotros cumplimos con la visita a estos sitios es la de poder exponer y responder preguntas, pero efectivamente falta más socialización. Nosotros hacemos este esfuerzo de tratar de descender a los lenguajes, niveles de compresión e intereses particulares de quienes asisten. De esto se trata y a esto estamos comprometidos con la relación con públicos”, reflexiona Moncayo.
Ante la pregunta de lo que más inquieta a su público habitual, el experto enumera que se cuestionan si harán parte del sistema de justicia para la paz, también por cómo se realizará el proceso de dejación de armas, y una afirmación generalizada de “que el problema es que el conflicto son simplemente unos criminales, unas bandas de malvados que tienen una afán de enriquecimiento. Esto no es así: puede haber elementos, pero lo esencial es que este conflicto tiene un origen político-social”, reitera.
Al exrector de la Universidad Nacional le preocupa la falta de memoria que más lógicamente tienen los jóvenes, al no haber vivido sucesos determinantes para el origen del conflicto actual, o las personas que no están directamente implicadas en él. “Hay que hacerles comprender que a pesar de que no han vivido la situación, hoy este es un problema de la sociedad en su conjunto. Hay que participar no simplemente para escuchar sino para encontrarle un sentido al conflicto y su superación”, concluye Moncayo.
Por qué traducir el conflicto
Proantioquia es uno de los impulsores de este evento, y su presidente, Rafael Aubad, argumenta su interés en entender las dinámicas del conflicto armado interno. “No es posible pensar en el posconflicto si no se piensa en el desarrollo empresarial como parte fundamental de alcanzar los objetivos de una sociedad en paz”, agrega.
Para lograrlo, han establecido un comité empresarial junto a la Andi para entender los temas del posconflicto, además de apoyar eventos de Reconciliación Colombia y traer empresarios de Kenia, Suráfrica, España, Irlanda y otros lugares que han sufrido confrontaciones armadas como la colombiana “para reducir la curva de aprendizaje de cómo ayudar el desarrollo empresarial en situaciones de posconflicto”.
El empresario reflexiona sobre el papel de la empresa privada en el contexto del conflicto. “No se pueden confundir actores empresariales que están ligados a empresas criminales o que no cumplen las reglas generales a la sociedad con las que tienen que someterse a comportamientos obligados”, aclara, completando que ha habido “muchas ideologías antiempresariales, cercanas al nuevo socialismo, que generan conflictos a las empresas mismas”.
Aubad concluye: “Una institución como Proantioquia no puede sino reclamar que haya comportamientos éticos empresariales, que haya sostenibilidad en todo sentido, social, laboral, respeto a los derechos humanos y al medio ambiente”.
Los foros Paz, traducciones ciudadanas continúan el próximo 28 de julio con el foro ¿Qué significa el acuerdo de paz? Hablarán José Antonio Ocampo, Jorge Giraldo Ramírez y modera María Jimena Duzán. Será a las 6:30 pm. en el Parque Explora.