Tres marcas colombianas emergentes se abren paso en Colombiamoda

En un sector tradicionalmente dominado por grandes casas de moda, tres marcas nacidas en Colombia exploran nuevas formas de producir, diseñar y conectar con el mercado global desde una mirada ética, sostenible y joven.

- Publicidad -

Casabela, Lanude y Lesoleil, tres marcas del Grupo Linotex, llegan a Colombiamoda 2025 con un objetivo común: demostrar que es posible construir una industria de la moda con sello local, pero con visión internacional. Bajo la dirección creativa de Isabella Pérez, una diseñadora de 23 años formada en Asia y reconocida por su trabajo con fibras biodegradables y técnicas artesanales, estas propuestas surgen como respuesta a desafíos del sistema moda: la desconexión con los oficios, la uniformidad estética y el impacto ambiental.

Desde Medellín, estas marcas diseñan y producen localmente prendas que buscan repensar lo cotidiano, recuperar materiales nobles y abrir espacios para una conversación sobre identidad, cuerpo y bienestar. Lanude, por ejemplo, apuesta por una ropa interior que prioriza la comodidad por encima de los estereotipos; Casabela explora el cruce entre tradición y minimalismo; y Lesoleil traduce vivencias entre Asia y Colombia en piezas versátiles que no renuncian a la funcionalidad.

Más allá de la pasarela, su presencia en Colombiamoda representa una oportunidad para conectar con compradores internacionales, pero también con otros actores de la cadena productiva que buscan alternativas más sostenibles y colaborativas. Grupo Linotex, que ya produce más de 37.000 unidades anuales en sus marcas propias y ropa interior para terceros, se propone expandir estos modelos a mercados como México, China y Estados Unidos, sin perder el vínculo con los saberes locales.

- Publicidad -

En un contexto en el que muchas pequeñas marcas enfrentan dificultades para acceder a vitrinas globales, esta experiencia plantea una ruta posible: diseñar con propósito, integrar equipos diversos y apostar por procesos limpios sin renunciar a la creatividad. La moda colombiana, en este caso, no solo exporta prendas, sino también nuevas preguntas sobre cómo vestirse sin dejar de pertenecer.

- Publicidad -

Más notas

- Publicidad -

Más noticias

- Publicidad -