A las conocidas complejidades de conducir en El Poblado se suma el desgaste del sistema de frenos que sufren los vehículos al bajar por alguna de sus lomas, sobre todo después de descender por Las Palmas. Con nuestras condiciones topográficas es insensato esperar que los accidentes no ocurran, especialmente si la primera entrada a la comuna 14 desde el Oriente antioqueño es una de las vías más empinadas de la ciudad. Si a menudo se reportan accidentes de vehículos livianos, qué decir de las volquetas y camiones que hacen buena parte de estos trayectos cargados de material de construcción, o de los grandes buses de rutas escolares. La tragedia que ocurrió el lunes 9 de marzo, en la que murió una persona cuando una volqueta se precipitó sin frenos por la loma de Los Balsos y quedó envuelta en llamas justo antes de llegar a la Transversal Superior, estaba cantada.
Muchas experiencias desastrosas han servido de advertencia. Solo por citar algunas: en marzo de 2011 un niño murió y otros siete resultaron heridos cuando su bus del colegio se quedó sin frenos por la loma de Los González. Ese mismo año, en octubre, un conductor de una volqueta también perdió los frenos y el control en la loma de El Campestre y ocasionó la muerte de un niño y un adulto. El 27 de junio de 2014, en Los Parra, un camión que bajaba cargado de materiales de construcción se accidentó al quedar sin frenos, y dos personas resultaron heridas. El 7 de mayo anterior, el vehículo que transportaba estudiantes del Lord College impactó contra un poste cerca a la glorieta de San Fernando Plaza. Varios estudiantes salieron lastimados y dos de ellos tuvieron que ser trasladados al hospital.
Ante este panorama, la Secretaría de Movilidad debería tener una mejor respuesta que la que les dio el secretario Ómar Hoyos a los medios tras la tragedia del 9 de marzo. Recordó la resolución 176 de 2004, la cual restringe la circulación de vehículos de carga con capacidad superior a cuatro toneladas, de 6 am a 8:30 am y de 5 pm a 8 pm, entre la Avenida El Poblado y la Transversal Superior, desde Las Palmas hasta la calle 21 Sur (La Frontera). Sin duda, la medida es insuficiente, pues el accidente del lunes ocurrió a las 9:40 am. Hay un gran lapso entonces para lastimarse o perder la vida, pues un camión o una volqueta puede bajar o subir por estas pendientes durante la mayor parte del día.
También existe la Resolución 1804 de 2010, que restringe la circulación (en ascenso y descenso) de vehículos de carga con capacidad mayor a cinco toneladas por la loma de Los Balsos, entre la vía Las Palmas y la glorieta de La Poda, todos los días de la semana durante las 24 horas. Lo mismo, pero solo bajando, para vehículos de transporte público colectivo de pasajeros (buses y busetas), de más de cinco toneladas. Queda sin restricción un buen tramo de vía desde La Poda hasta las transversales para que ocurran accidentes.
Si el propósito es disminuir los riesgos, se debería prohibir el descenso de camiones, volquetas y buses por toda la loma de Los Balsos –como lo han sugerido en varias ocasiones habitantes de la comuna 14– y permitir que solo entren a El Poblado por la loma de El Tesoro, de menor inclinación, o incluso obligarlos a bajar hasta los retornos de Hatoviejo y Palms Avenue. Lo urgente en todo caso es buscar alternativas efectivas y no esperar a que suceda otra tragedia para seguir rasgándonos las vestiduras.