Tragaluz Editores ilumina el pensamiento con acciones múltiples. Imaginación, creatividad, intuición, rigurosidad, son caminos con muchas bifurcaciones.
¿Se podría pensar en el fuego? Sí. Tragaluz Editores está habitado por un fuego que no se apaga. No hay miedo. Hay ideas, hay continuidad, hay rupturas. Se trasgrede, se interpreta y, al ir más allá de las obras que llevan los autores, se enriquece la edición.
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En Tragaluz Editores el sustento ha sido el diálogo suscitado a lo largo de 16 años. Escritores, editores, diseñadores, ilustradores, lectores, correctores forman un equipo que se cohesiona, que indaga, que observa, que no teme volver a empezar.
Nació en 2005. Le dieron vida la periodista y escritora Pilar Gutiérrez y el diseñador gráfico, ilustrador y escritor Juan Carlos Restrepo, una pareja que sabe plantear acciones que convocan, que alertan. Iniciaron como una editorial que desde el principio se percibió que no era una empresa común. Sus libros comenzaron a distinguirse por un trabajo de gran factura en el que el cuidado en la edición era primordial, sumado al uso de ilustraciones y fotografías y diseños atrevidos, que lograban sorprender a los mismos autores y, por supuesto, a los lectores. Con el paso de los años, no solo se pensó en la producción editorial, se plantearon talleres, diplomados, asesorías, concursos, participación en ferias, organización de eventos. Hoy, Tragaluz se comporta como un centro cultural con mucho vuelo.
La Casa Tragaluz, ubicada a una cuadra del parque de El Poblado, se ha convertido en punto de encuentro. Librería, café y restaurante, taller, sala para lecturas, conciertos, performances y exposiciones, en fin, allí ocurren cosas. Si bien el cierre por la Pandemia detuvo la presencialidad, los eventos virtuales posibilitaron nuevos aprendizajes, otras maneras de hacer, de decir. Ahora la sede está abierta, así que la invitación es a visitarla, para vivir de nuevo el encuentro vital, poder mirarnos a los ojos, sentir la emoción de compartir en torno a los libros y al pensamiento.
Libros llenos de luz
Tragaluz es una de las palabras compuestas más bellas del español. Abarca muchos conceptos, es sonora, simbólica, atiende directamente a la propuesta: sus libros están llenos de luz, no hay nada en ellos anodino. Remiten al ser que busca la iluminación en la cultura.
Juan Carlos Restrepo afirma que estos años han sido un viaje iluminado por la poética que da el fondo y la forma a sus publicaciones. Sus libros tienen lo humano como centro, resultan sugerentes, hablan desde el texto y la imagen. La permanente búsqueda está en que esa imagen no sea un adorno, ella debe comunicar con su poder narrativo. Debe dialogar con la escritura. Ese es uno de los grandes desafíos.
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En su Casa, las ideas fluyen. En este edificio diseñado especialmente por el arquitecto Pablo Lara, se crearon situaciones arquitectónicas y atmosféricas, con un original manejo de la espacialidad. Prevalece la idea del trabajo en grupo, sin embargo, hay lugar para el silencio y la reflexión en solitario.
El libro, dice Juan Carlos, es un viaje a través de la cultura, del tiempo, del espacio. El libro es una conversación con alguien, el escritor, el ilustrador, el dibujante. Y, en sus búsquedas, en su carga poética, hay intenciones gráficas y de belleza.
En sus publicaciones hay un hilo conductor que tiene que ver con las maneras distintas de abordar las realidades que amamos, que odiamos, que nos subyugan. La novela, el cuento, el ensayo se unen a géneros híbridos, imposibles de clasificar en una sola palabra. Algunos de sus títulos han sido reconocidos con premios locales, nacionales e internacionales, en los que se ha enfatizado en esa capacidad de ir más allá en la forma y el fondo. Lo que ha dado vida a Tragaluz ha sido el renacimiento de la magia que encierra el trabajo editorial. A veces, todo parece un remolino. Al enfrentarse a una nueva publicación, la participación de los miembros del equipo se convierte en una avalancha de ideas que se van depurando.
El editor no solo es el que descubre un texto o el que le da el sí a una publicación. Es el que guía, propone. Se acompaña al autor y a la obra para que esta logre decir lo que realmente se quería. Es acercarse a su misterio, a su poética. En el ser de cada libro habita su contundencia, su capacidad de conmover. Hay un sentido poético y de obra de arte, se trabaja con delicadeza, con pasión. Son libros para sentir, para tocar, para leer. Para conectarse con su autor o sus autores, con sus ilustradores, con su grafía, con la música interior que lo habita.
Se intenta mirar desde otros ángulos. Los temas son universales, la propuesta para cada uno es singular. La idea es renovar los imaginarios. Es dejarse llevar por el descubrimiento de eso posible que hay en cada obra. Tragaluz es movimiento. Son viajeros, son soñadores de las páginas.
Cada libro llega con su equipaje, con su esencia, y cada uno de los integrantes de esta editorial interpreta su olor, su color, su sabor, sus sentidos. Todo se conjuga en las infinitas posibilidades de gestarlo. Sin fórmula alguna, cada libro pide. Ellos lo escuchan. El resultado es la sumatoria de todo lo dicho en esas mañanas y tardes de creación, de taller, cuando se cortan papeles, se miran tipografías, se hacen ensayos de color. Se trabaja como si fueran arquitectos, con planos y maquetas. ¿De qué color te imaginas tu libro? Esta es una pregunta usual en las primeras reuniones con los autores. No es fácil responderla.
Diez personas trabajan en Tragaluz. Entre ellas están los editores, los diseñadores, los diagramadores, los encargados de producción y distribución, los correctores. Se contrata por fuera, también. Y allí están los impresores que siguen sus ideas casi imposibles de hacerlas realidad.
“Los libros de Tragaluz recobran la noción de objeto, buscan superar el olvido y pasar de una generación a otra, como tesoros para conservar”, así se definen en su página Web. ¿Fuego? Sí. Hay mucho fuego allí.
Siempre algo nuevo
- En Tragaluz los libros ya leídos, de diferentes editoriales y publicados de 1990 a la fecha, tienen una nueva vida. Allí los compran y seguro encuentran un nuevo lector.
- La VI versión del Premio Internacional Tragaluz de Ilustración premió este año a Fernando Arce Meneces, de Perú.
- El campo y los días es el título de una nueva colección. Se trata de un vínculo con la Corporación Río Arriba, que se enfoca en la protección y el fortalecimiento del campo y las comunidades que lo habitan.
- Su Colección Lusitania permite un inesperado encuentro con autores portugueses.
- Entre el 1 y el 15 de noviembre está abierta la convocatoria para enviar los libros terminados de autores que sueñen publicar con este sello editorial.