La Alcaldía de Medellín informó que el principal desafío que han enfrentado los funcionarios que vienen atendiendo la emergencia presentada el pasado 6 de mayo en Los Balsos, “son las enormes rocas ubicadas en el talud, las cuales representan un peligro constante de desprendimiento”.
A lo anterior se está sumando “la infiltración de aguas subterráneas que está saturando el terreno y provocando movimientos lentos pero persistentes de la masa de tierra. Estas condiciones hacen que el riesgo de nuevos deslizamientos sea inminente, por lo que deben actuar con máxima precaución”.
El secretario de Infraestructura Física de Medellín, Jaime Andrés Naranjo Medina, explicó que “para contrarrestar los riesgos, ejecutamos acciones técnicas especializadas. Realizamos la fractura controlada de más de 230 metros cúbicos de roca para facilitar una remoción segura, además de perforaciones estratégicas para buscar las aguas subterráneas y poder drenarlas con el fin de que no sigan afectando la estabilidad del terreno. Complementamos estas labores con monitoreo topográfico constante y análisis geotécnicos para evaluar la evolución de la zona”.
Según cálculos del mismo despacho, “se han retirado una cantidad superior a los 8.750 metros cúbicos de material, mediante más de 540 viajes de volquetas, con un equipo de 80 profesionales entre geólogos, operarios y especialistas que trabajan en turnos rotativos. Cada decisión que se toma está basada en estudios técnicos y el asesoramiento de expertos en movimientos de tierra”.