“Como un momento festivo, de gozo, de alegría”, así percibe la población antioqueña a la alborada decembrina, una práctica que se realiza entre la noche del 30 de noviembre y el 1 de diciembre de cada año en Medellín, y en algunos municipios de Antioquia y ciudades de Colombia.
Consiste en estallar, durante una hora aproximadamente, pólvora y pirotecnia. Y precisamente, sucede cada 30 de noviembre a la medianoche en Medellín porque fue una forma en la que, en 2003, un grupo criminal de la época anunció la llegada de diciembre, considerado el mes más alegre por sus festividades.
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John Wilson Osorio, jefe del departamento de Humanidades de la Universidad CES, relató que, tras la medianoche del 30 de noviembre de 2003, Medellín revive cada año la alborada. Esta “tradición”, de apenas 18 años en Antioquia, “nació en el momento en el cual Diego Fernando Bejarano Murillo, alias don Berna o Adolfo Paz, decidió desmovilizarse, en la última semana de noviembre de 2003. Y ese primer día de diciembre de 2003, finalmente, se desmovilizaron los bloques de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, acá en Medellín, en particular el Bloque Cacique Nutibara; una entrega que se hizo desde los acuerdos con el gobierno en ese momento, el del presidente Álvaro Uribe Vélez”, recordó el experto.
Así que, según lo descrito por el experto, si bien es una práctica tomada como la puerta de entrada a las festividades de navidad y de fin de año, sus orígenes fueron otros.
Por todo lo anterior, el profesor de la Universidad CES recomendó considerar el contexto social en el que surgió la alborada, porque para él ese punto es algo que lamentar, y que además los medellinenses y antioqueños no conocen, o más bien no recuerdan.
“La alborada surgió en un contexto tenebroso, delincuencial, y que tiene que ver con el narcoterrorismo e inclusive el paramilitarismo en Colombia”, reafirmó Osorio.
En sus palabras, la alborada del primero de diciembre de 2003 el mensaje que estuvo detrás fue: “Yo soy el dueño de Medellín, yo mando en el territorio. No desmovilizamos, pero seguimos mandando en Medellín”.
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En ese entonces, alias don Berna mandó que a las 12:01 del primero de diciembre estallara mucha pólvora en todas las comunas de la ciudad como una manera de decir “nos desmovilizamos, pero seguimos acá”.
“Y es muy triste, porque con la alborada, a partir de ese momento, lo que estamos celebrando son los años de la desmovilización de las autodefensas, y que estos sigan manteniendo control en muchos territorios del municipio de Medellín”, dijo el profesor del CES.
Para conocer más del contexto social de la alborada decembrina en Medellín y Antioquia, vea el siguiente video: