El equipo del Sistema de Alerta Temprana, que se desplazó hasta el lugar, instaló en la zona un sensor de nivel, una cámara y un pluviómetro.
La cámara fue ubicada para obtener una visual del Cerro Bravo, donde se originaron los deslizamientos; el sensor de nivel para monitorear la quebrada La Tigra e identificar aumentos en su caudal, y el pluviómetro es el elemento para medir las precipitaciones en el cerro y prever su posible influencia en futuros movimientos en masa.
“Se destaca la necesidad de monitorear de manera permanente otros afluentes hídricos del municipio de Venecia, y realizar la limpieza del cauce de la quebrada La Tigra”, aseguró Lina Ceballos, coordinadora de Geociencias de SIATA.
En el proceso realizado por el SIATA en el municipio, también se entregaron herramientas y asesorías a la Oficina de Gestión del Riesgo, para que puedan realizar un monitoreo constante de las variables
ambientales que afectan su territorio, y se capacitó al Cuerpo de Bomberos para que puedan hacer seguimiento permanente a la información entregada por los tres sensores instalados.
“Para nosotros al ser un proyecto de innovación, ciencia y tecnología tener variables por fuera de nuestra jurisdicción es muy valioso. Ya que nuestros científicos podrán verificar con esta información, por fuera de
nuestro territorio metropolitano, como puede extrapolarse a nuestros propios modelos de pronóstico”, indicó Luz Jeannette Mejía, líder de Gestión del Riesgo de Cambio Climático del Área Metropolitana del
Valle de Aburrá.
El SIATA apoya la atención de esta emergencia, no sólo desde su componente técnico sino también desde su capacidad científica con 10 profesionales entre hidrólogos, geólogos y pilotos de drone.
El equipo de teledetección hizo sobrevuelos con drones en la parte alta de la cuenca ubicada en el Cerro Bravo, proporcionando elementos que ayudarán a las autoridades a dimensionar los daños, realizar
inventarios y calcular las afectaciones en la zona.
Desde el Área Metropolitana del Valle de Aburrá a través de SIATA, se continuarán apoyando estas labores. Se recomienda a las comunidades, a los gestores de riesgo y autoridades que estén atentos a la información generada para la planificación y optimización de los recursos tanto físicos como humanos para la atención de emergencias, ya que estas condiciones del segundo semestre del año pueden producir aumentos de niveles en los ríos y quebradas, avenidas torrenciales y movimientos en masa.