En 1996 abría en el mall Plaza el primer local de Shawarma. El local de Tata Abisaad aún se mantiene vigente.
Tata Abisaad dice que uno de los ingredientes principales de su comida es la paciencia. Ella y sus colaboradoras pelan uno a uno los garbanzos para hacer el hummus, un plato típico de la gastronomía del Medio Oriente. Ese es el secreto para que cada una de sus preparaciones sea exquisita.
Era 1996 y Tata, recién separada y recién llegada a Medellín, no sabía qué hacer. Su familia, de origen sirio libanés, se había asentado en la capital antioqueña, pero ella se había ido a Barranquilla por su matrimonio. El divorcio la regresó a la ciudad. Y para sobrevivir, empezó a hacer lo que mejor sabía hacer: cocinar. Al principio, sopas y ensaladas. Pero su hermano le abrió los ojos y le dijo que hiciera algo diferente, novedoso y que estuviera en su sangre.
Temerosa, creó Shawarma. Abrió con una carta reducida: solo había shawarma y quibbes. Pero una vez al mes hacía un festival gastronómico. “La gente llegaba preguntando si ‘eso’ si era bueno. Yo, que era muy seria, respondía: ‘si no le cree al que le recomendó que viniera, por qué me habría de creer a mí”. Y la gente seguía llegando. En poco tiempo, se dio cuenta de que había demanda y amplió la carta. Llegaron otros platos típicos. “Al principio no quería, porque la cocina sirio libanesa es de tiempo y trabajo”, dice. Pero al ver la reacción de la gente, no lo dudó. Abrió su local en el Mall Ventura y desde ese entonces no ha dejado de deleitar a los comensales. Sigue las recetas de su tradición y así lo ha enseñado a las personas que trabajan con ella.
Ya son 25 años de historia. Su local del Mall Ventura sigue atendiendo a una clientela cautiva y hoy se consolida también con el servicio a domicilio.
En un cuarto de siglo, Tata se ha equivocado. Ha abierto y cerrado otros locales, pero sigue firme con su marca y sus sabores. Ya es un referente en la cocina árabe de la ciudad. Una parada obligatoria en la transversal inferior.
El Shawarma
Este es el producto estrella en el negocio de Tata. Es un wrap de pan árabe relleno de carne, tomate y cebolla con hummus y tahine blanco. Fue una de sus primeras creaciones, y es una de las razones por las que muchos aún la buscan. Ingredientes de primera hacen parte de la receta, a la que, también, le busca un sabor claro y auténtico. Recuerda que empezó a hacerlo porque fue su hermano quien se lo presentó. “Era un plato moderno que no se hacía en mi casa”, dice. Pero era tendencia en ciudades europeas, y fue ella una de las primeras en servirlo en Medellín.