Cada persona reacciona diferente. Algunas madres parecen olvidar las dificultades del trabajo de parto tan pronto como ven a su bebé. Algunas se sienten energizadas por la excitación de tener finalmente a su bebé. Y otras se sienten tristes y llegan a padecer depresión post parto. Los padres también reciben su cuota de sentimientos de tristeza y preocupación. Aunque algunos experimentan regocijo, para otros la sensación es de temor o soledad. El médico, la enfermera o un consejero pueden ayudarles a ambos a entender las emociones producidas por el nacimiento de su bebé.