“En caso de retirar las teleras que protegen las ceibas, se dará por terminado el contrato”, sentencia un letrero en las cercas de madera que rodean los tallos de tres árboles que se encuentran dentro del área de intervención del proyecto urbanístico Distrito de Negocios Milla de Oro, ubicado en la Avenida El Poblado con la calle 4 Sur. El aviso, según los constructores, es con el fin de prevenir que las labores de las cuadrillas de obreros perjudiquen los individuos arbóreos.
Estos grandes árboles, que hacen parte del paisajismo de El Poblado, han despertado la preocupación de residentes y líderes ambientales de la comuna 14 por la posible tala o trasplante de las especies, que ante las obras civiles adelantadas desde agosto de 2012, se pensaba que iban a desaparecer. Sin embargo, el Área Metropolitana, autoridad ambiental del Valle de Aburrá, y la firma Londoño Gómez, constructora del proyecto, aclaran que estos árboles no se tocarán y harán parte importante de la obra. “Las ceibas no se van a talar. Son parte fundamental del proyecto y se hace un gesto arquitectónico con su respectivo retiro para su conservación, inclusión y aprovechamiento dentro del paisajismo y urbanismo de Milla de Oro”, afirma Carlos Arboleda, gerente de proyectos de Londoño Gómez.
En total se trata de cuatro ceibas. Tres de ellas están dentro del proyecto civil y una más se encuentra aledaña al Banco de Occidente, en la zona peatonal de la Avenida El Poblado. Estos árboles ornamentales, que como el samán son preferidos como centros de parques públicos, son de la especie pentandra, ofrecen magnífica sombra, por eso la importancia de su conservación.
Juan Fernando González, ingeniero agrónomo de la Universidad Nacional, es un confeso defensor de estos árboles. La firma constructora lo contrató exclusivamente para su conservación. “La gente estaba preocupada porque estas ceibas se iban a trasplantar y varias personas se acercaron a preguntar qué iba a pasar con ellas. Pero el concepto del Área Metropolitana fue su conservación y con el estudio se llegó a la conclusión de que trasplantarlas no era viable. Ahora se realiza un tratamiento de los árboles, con trabajos de sostenimiento mensual como quitar los factores que generen estrés, eliminar los parásitos y mejorar la resistencia de las plantas con nutrientes para que estén fortalecidos durante las obras”, explica el experto. “Estas ceibas, que crecen en climas cálidos, se adaptan muy bien al piso térmico de Medellín”, apunta.
Por su gran desarrollo y altura, las ceibas necesitan mucho espacio para su crecimiento, por eso el cuidado y el retiro adaptado en los tallos de los árboles. Los individuos arbóreos que son impactados dentro del futuro Distrito de Negocios miden entre 25 y 35 metros de altura y, según los cálculos de los expertos, pueden tener cerca de 60 años de existencia.
“En este momento uno de los árboles no es que esté seco, sino que presenta una muda de hojas. Estos árboles se regeneran y se encuentran en un buen estado. Es una medida muy positiva del Área Metropolitana que decidió custodiar estas ceibas y de la constructora porque las acogió como parte del proyecto. Además, la ceiba que se encuentra en toda la avenida El Poblado fue adoptada por el proyecto y en ella se intervinieron las raíces”, afirma el agrónomo González.