Diez meses tarde
A puertas del pronunciamiento de la Universidad de los Andes sobre las causas del colapso de la torre 6 de Space, y en medio del meollo para desenredar la pita jurídica que permita determinar quién será el encargado de contratar y costear la implosión de las torres uno a la cuatro del edificio Space, y diez meses después del trágico colapso de la torre 6, la SAI le pide al Municipio abstenerse de tomar decisiones extremas .
En su primer pronunciamiento desde la salida del Álvaro Villegas Moreno como presidente de la organización, la Sai envió un comunicado en el que, luego de hacer un recuento de las fallas técnicas que, en términos generales, ocasionaron el colapso de la torre seis del proyecto Space, considera que aunque las “deficiencias han rebajado los factores de seguridad que debe tener toda edificación”, las autoridades municipales “deben abstenerse de tomar decisiones extremas sin que antes no se haya establecido, con base en estudios técnicos detallados, que estas edificaciones no es posible repararlas y que por tanto no se podría corregir, adecuadamente, las deficiencias estructurales”.
Las fallas que expone el comunicado son las siguientes:
“El colapso de la torre seis del proyecto Space se debió a varias deficiencias presentadas en el diseño estructural, entre las que se exponen las siguientes:
1. En las etapas previas al otorgamiento de la licencia de construcción la Curaduría Urbana, ante la que se presentó el proyecto, dio fe de la revisión de toda la documentación técnica que se requería para su autorización; ante lo ocurrido es claro que existió deficiencias en los procesos de control. Estos procesos deben ser revisados.
2. Las memorias de cálculo de estos proyectos, al carecer de la información necesaria que exigen las normas están incompletas, lo cual demuestra, entre otras cosas, la falta de control mencionada en el punto anterior.
3. Se destaca el hecho de que se encuentra un incumplimiento generalizado de las condiciones mínimas que exige la Norma Colombiana de Construcciones Sismorresistentes; si bien la Ley regula “Los Métodos Alternos de Análisis y Diseño”, no se ha comprobado que la misma se haya cumplido en cuanto a la justificación y sustentación de algún método alterno de diseño que pudiera haber sido utilizado.
4. No se consideraron en forma adecuada las limitaciones geométricas en planta y en altura; estas limitaciones generaron efectos de torsión en la edificación que, aparentemente, no se tuvieron en cuenta en los cálculos estructurales.
5. Son preocupantes las dimensiones mínimas en algunos elementos (losas, columnas y vigas) y en los refuerzos (estribos) de las estructuras y que pueden ser el origen de grandes deformaciones.
6. La capacidad de soporte para carga axial parece estar en los límites para soportar el peso propio de la estructura, como se ha concluido en algunos de los análisis presentados.
7. También en las pilas de fundación se presentan, aparentemente, deficiencias en los refuerzos con sus correspondientes consecuencias.”
El comunicado recuerda que si bien la catástrofe puede atribuírsele “a la actuación particular de algunos integrantes de la comunidad ingenieril” no se debe generalizar como conducta del gremio porque “es claro que existen una gran cantidad de ejemplos de diseños y construcciones exitosas que hablan bien de la ingeniería y la arquitectura antioqueña.”