Por Laura Montoya Carvajal
Para trabajar el sábado, Anderson Benítez debe recorrer la ciudad desde Madera hasta El Poblado a las 7 de la mañana. En su vehículo particular el ingeniero de gestión siempre encuentra tacos en el puente de la Madre Laura, cerca de la sede del Tránsito en Caribe, en la avenida Regional a la altura de Parques del Río y en la calle 10.
Estos trancones, dijo Benítez, revientan en la noche, en especial en la zona que afecta la obra en construcción de Los Balsos con la Transversal Inferior y cerca del Centro Comercial Santafé.
Por su parte, Ángela María Alzate, quien vive sobre la Loma de los González, manifestó que esta vía es un caos en el cruce con la vía Linares, y que los fines de semana no son una excepción. El taco, dijo la vecina del sector, lo genera el cruce entre ambas vías.
Según el subdirector técnico de la Secretaría de Movilidad, Donald Calle, el flujo vehicular durante el sábado es, en ciertas horas, similar al que se presenta en semana. “El sábado la gente sale masivamente a partir de las 10 u 11 am., alcanzando un pico al mediodía. Ese pico baja a partir de la 1 y la gente está básicamente en la ciudad hasta las 4. A esa hora se nota una caída importante en el flujo”, describió Calle. Agregó: “El domingo el vehículo lo empiezan a usar a partir de la 1 pm. El pico de domingo es a las 6 pm. y termina a las 6:30 pm.”
Movilidad estima que un martes a la 1 pm. circulan en Medellín 280.748 vehículos en promedio, mientras un sábado a la misma hora 280.544 vehículos lo hacen. Incluso, según mediciones oficiales de febrero a marzo de 2016 en 38 puntos de la ciudad, después de las 9 pm. circulan más vehículos los sábados que un día de semana en la ciudad.
El funcionario describió que las zonas rosa de la ciudad como El Poblado presentan también un incremento de flujo por la actividad nocturna. “Se ha buscado que la gente no acuda a los sitios de entretenimiento nocturno en el carro particular sino que vaya en taxi o con servicio de conductor elegido”, explicó.
Para el profesor investigador de la Universidad Nacional, Víctor Valencia, el uso del vehículo particular el sábado está relacionado con la programación de centros comerciales, recreativos, religiosos y deportivos que se concentran en algunas zonas de la ciudad y generan sus propios problemas de movilidad: “Estos lugares en ocasiones no están diseñados para el parqueo de la gente que los visita, lo que hace que se invada la vía y cause más congestión. También, tienen frecuentemente accesos estrechos, controles y barreras que generan colas y esto se vuelve una cadena de efectos sobre el tránsito”, explicó.
Por su parte, el doctor en ingeniería y docente asociado de la Facultad de Minas, John Jairo Posada, explica que muchos usuarios del transporte público optan por usar el vehículo particular durante el fin de semana por comodidad: “Se supone que debe desestimularse el uso del vehículo particular, pero el transporte público el fin de semana es deficiente: tiene una frecuencia menor y la circulación es más lenta, por lo que, al contrario de lo que se debe, el usuario se desestimula frente a la idea del uso del transporte público”.
Posada deduce que una de las posibles soluciones sería evitar la disponibilidad de comercio y servicios solo a los sábados: “Sería bueno llegar a un concepto de ciudad donde se abran por más tiempo los servicios que la gente busca los sábados, como talleres o bancos, por ejemplo. Así se disminuiría el flujo vehicular”. También apunta a la cultura ciudadana: “Indiscutiblemente hay una gran falta en este sentido. El vehículo debe utilizarse por necesidad y no por comodidad”.
Valencia, quien también es doctor en Transportes, analizó que algunos sistemas de control, como los semáforos, no están actualizados a los flujos del fin de semana. Sin embargo el funcionario de la Secretaría de Movilidad manifestó que han venido haciendo un seguimiento al comportamiento vehicular y a la configuración de la red semafórica en estos días. Agregó: “A estos esfuerzos, se le suma una política que viene desde el POT y es lograr una descentralización de los usos mixtos del suelo para que en toda la ciudad se encuentren centros de servicios o comercios, de forma que el flujo vehicular no se concentre en un solo punto”.