Vecinos de Bosques de La Aguacatala y de otras unidades residenciales aledañas a este importante intercambio vial nos reiteraron el agravamiento de varias situaciones que allí alteran la convivencia de tiempo atrás. “Estamos desesperados: el ruido nocturno de los locales en los bajos, del que hacen los carros cuando pasan por el puente elevado, de la inseguridad, de tantos indigentes en el espacio público. Hemos puesto derechos de petición a las distintas alcaldías, incluida la actual, y no nos dan soluciones satisfactorias”.