Los vecinos de este sector dicen estar desesperados con el ruido que les quita el sueño y que incluye desde piques ilegales hasta eventos de la Alcaldía.
Por Daniel Palacio Tamayo / [email protected]
El ruido en Ciudad del Río se está haciendo tan insoportable, que algunos vecinos optaron por cambiar de residencia debido al deterioro en la calidad de vida. El perjuicio es generado por establecimientos comerciales de la zona, ventas informales, actividades culturales y piques ilegales sobre la avenida Las Vegas.
De acuerdo con estimativos de la administración del Conjunto Residencial Parque Central del Río en los últimos meses se han desocupado unos 15 apartamentos por causa de los altos decibeles que no les permiten descansar.
Y aunque el caso es de conocimiento de las autoridades locales y es tratado por una comisión especial del Concejo de Medellín, los vecinos dicen estar desesperados porque aún no llegan las acciones para silenciar ese problema. “Hace poco, por ejemplo, Piketeadoro hizo una fiesta incontrolable que se extendió hasta después de la media noche”, aseguró Claudia Vergara, de Parque Central del Río. Vivir en El Poblado se comunicó con ese negocio, pero no fue posible conocer su versión.
“Se ha convertido en una pesadilla”, indicó el concejal Daniel Carvalho, quien, además de presidir la comisión, reside en el sector. Y es que de acuerdo con Carvalho, la bulla en la zona ha ido en aumento afectando la salud, la tranquilidad y la valoración de sus propiedades. Lo más preocupante para los vecinos es que la contaminación auditiva es causada tanto por fuentes legales como ilegales.
Entre los mayores generadores de ruido, según denunció Carvalho, hay establecimientos de la zona, ventas informales, actividades culturales, algunas de ellas auspiciadas por la misma Alcaldía y los piques ilegales que pese a las reiteradas denuncias, se siguen realizando en horas de la madrugada.
La comunidad solicitó, por medio de esta comisión del Concejo, que las autoridades brinden una solución definitiva a esta problemática, pues ante los altos ruidos generados “la Policía no actúa en cumplimiento del Código Nacional”.
Según el concejal Carvalho, las autoridades se comprometieron a revisar el plan parcial del sector para verificar si se está cumpliendo con la normativa, a la par que anunciaron mayores controles a los establecimientos señalados como problemáticos.
La Subsecretaria de Gobierno, Lina María Calle, aseguró que seguirán adelantando controles en la zona por medio de los peritos que de encontrar excesos pueden iniciar procesos que lleven al cierre del establecimiento hasta por 10 días. En cuanto a los eventos aseguró que “si cumple con los requisitos no se puede impedir que se haga, por lo que se vienen autorizando pero con restricciones”, concluyó la funcionaria.