La historia musical de América Latina ha estado como un yoyo al vaivén de las realidades de cada país, del comercio y de la gran diversidad de ritmos de la zona. En 50 años ha estado de moda la salsa, el vallenato, la música protesta, el merengue, el agogó, el yeyeyé, otra vez la salsa, pero romántica, asistimos al nacimiento del rock en español y, desde los últimos 20 años, hemos vivido el imperio comercial del reguetón, ya con una segunda y hasta tercera generación de artistas. Colombia, por primera vez, ha sido protagonista de una tendencia “musical” mundial, encabezando el género con diversidad de nombres que tristemente le siguen aportando a nuestra cultura mafiosa con videos llenos de excesos, cosificando a la mujer y hablando básicamente de sexo y relaciones fallidas, una fórmula efectista; y llevando una vida en la que enrostran carros deportivos, joyas y lujos que chocan con un país lleno de necesidades. Por eso, cuando un reguetonero triunfa no se dice que alcanzó el éxito, sino que coronó.
Sin embargo, al reguetón le salió competencia, y desde hace unos años atrás hemos venido escuchando el término de regional mexicana, que es una serie de sonidos y arreglos modernizados en torno a la música ranchera o la grupera, o de banda, que se hace con instrumentos eléctricos y batería o de viento, según el caso.
Y esta música comenzó a calar, igualmente, con su mensaje de amor y desamor, con voces que tienen lágrima, que hasta tienen una sonoridad parecida, y con la facilidad de moverse comercialmente entre la balada, la ranchera, la música popular, las emisoras de estos géneros, los bares, los restaurantes, las cantinas, las fiestas de pueblo, la reunión familiar o de amigos.
Así que este año vamos a continuar asistiendo a esta pelea por el mercado entre el reguetón y la regional mexicana, y si quiere estar actualizado en el tema, ya es hora de salir de las playlist de Vicente y Alejandro Fernández, de Rocío Durcal y Juan Gabriel, de José Alfredo Jiménez y Javier Solís, para que empiece a relacionarse con Christian Nodal, Angela Aguilar, Peso Pluma, Carín León, Espinoza Paz, entre un montón de artistas que tiene México. Este movimiento ha influenciado también a nuestros artistas de música popular, aunque aquí el sonido es más de guitarras “aguardientosas”.
Reguetón vs regional mexicana. Son artistas que también hacen culto a la opulencia, con sus cadenas y anillos de oro, mostrando poder y cantándole a un amor perdido, a la mala persona que es la otra, tratando de explicar el porqué de un trío amoroso y otro tanto de situaciones dentro de las sábanas.
Incluso ya se han dado acercamientos entre el reguetón y la regional mexicana. Artistas de aquí colaborando con lo de allá y viceversa, muestran esos vasos comunicantes. Como todas las músicas, hay cosas buenas y cosas malas, artistas auténticos y otros puestos por una cara linda. La calidad de los géneros en cuestión hace parte de otra discusión, sin embargo, es la realidad musical que vivimos y que viviremos en 2024, para gozo de unos y para infortunio de otros.