El sistema de salud en Antioquia enfrenta una nueva crisis: al menos diez instituciones hospitalarias registraron niveles críticos de ocupación en sus servicios de urgencias durante el miércoles 7 de mayo. El caso más grave fue el del Hospital San Vicente Fundación, en Medellín, que declaró emergencia hospitalaria al alcanzar un 280% de ocupación, situación que lo llevó a suspender la recepción de nuevos pacientes.
Otros hospitales también reportaron cifras superiores a su capacidad operativa. Entre ellos, el Pablo Tobón Uribe (204%), el Instituto Neurológico Colombiano (156%), el Hospital César Uribe Piedrahita de Caucasia (140%) y el Hospital General de Medellín (132%). Clínicas y centros asistenciales en Medellín, Bello, Itagüí, Turbo y Rionegro se sumaron a la lista, algunos operando al 100% o más.
Aunque los niveles de ocupación pueden variar a lo largo del día, el panorama general refleja una red hospitalaria bajo fuerte presión. Según voceros, esta situación se repite desde hace más de un año y medio, debido a factores estructurales como la disminución de camas disponibles, el uso excesivo de urgencias para casos no prioritarios y las demoras en la atención por parte de las EPS.
Estas tensiones se han agudizado con la intervención de varias EPS —como Savia Salud y la Nueva EPS— y los retrasos en la asignación de citas. Solo en Medellín, la Personería reportó más de 2.400 tutelas este año contra la Nueva EPS, relacionadas con fallas en el acceso a servicios. A esto se suma una deuda acumulada de $2,3 billones que las EPS mantienen con hospitales del departamento, lo que amenaza la estabilidad financiera de la red.
Hasta el momento, la Secretaría de Salud de Medellín no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre los hechos. Entretanto, hospitales y clínicas siguen enfrentando una demanda que supera sus capacidades y pone en evidencia los problemas no resueltos del sistema de salud.