“A la tecnología había que darle el verdadero sentido y es que nos sirviera para comunicarnos no para aislarnos”, fueron las palabras del padre Nevardo Cataño, párroco de Santa María de los Ángeles, en El Poblado, al referirse a la única forma en que pudo acercarse a sus fieles durante casi seis meses de restricciones.
“YouTube ahora se convirtió en una herramienta para sentirnos cerca, nos enseñó que hay otras formas de comunicarnos”, añadió el padre, quien confirmó que a través de esta plataforma continuará transmitiendo las misas para quienes se quedan en casa.
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El padre Nevardo se refirió a las manifestaciones de alegría, expresadas en llanto, una vez los feligreses regresaron a la iglesia estas últimas semanas.
Además cuenta que hay gente a la que le da miedo salir porque la población de la parroquia es mayor y presenta comorbilidades. No obstante, indica que se están aplicando todos los protocolos de bioseguridad para tranquilidad de sus visitantes.
Con respecto a la comunión, el padre Nervardo y el padre Óscar Augusto Álvarez, párroco del Padre Marianito, coinciden en que aún hay resistencia por parte de los feligreses para recibir el sacramento en la mano.
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“Lo ideal es que todos comulguen en la mano, un designio de la Conferencia Episcopal para prevenir la transmisión del virus en la saliva”, dice el padre Álvarez. Por su parte, el padre Cataño insiste en que “las personas deben entender que no es pecado recibir la comunión en la mano“.
“Yo me sentía muy contento, hasta las lágrimas se me salieron”, dijo el padre Óscar Álvarez, refiriéndose al regreso de los fieles a su parroquia para la misa y agregó que “hemos tenido contacto virtual por Zoom y YouTube, pero la presencialidad es muy distinta”.