Esa fue la pregunta que se hicieron dos semilleros de la Universidad EAFIT y uno de la UPB para diseñar una experiencia transmedia de aprendizaje que tiene un propósito muy especial: crear conciencia del impacto que tiene las decisiones de alimentación que tomamos cada día, en cada momento del día, en nuestro cuerpo y en el planeta.
Que este grupo de estudiantes y profesores se hiciera esa pregunta no fue una coincidencia, pues venían tomando decisiones acerca del diseño de una experiencia de aprendizaje que motivara la generación de una relación de mayor cercanía con la naturaleza y una valoración positiva de las empresas que buscan la sostenibilidad. Se decidieron por un modelo de aprendizaje transmedia, pues integra varios medios en su ejecución; por ejemplo: un sitio web, redes sociales y un objeto físico con el cual se interactúa. Además, busca que la persona que está atravesando la experiencia, le deje algo a la misma, es decir, interactúe con ella, acción que deja una huella en quien la realiza, lo cual se conecta con las motivaciones de los procesos de aprendizaje.
La experiencia comienza así: Hola, mi nombre es Robin. Vengo de un futuro no muy lejano, pero muy distinto al que estás viviendo hoy. Vengo del año 2030. Tuve la oportunidad de mandar esta señal y la quiero aprovechar para hacer un experimento contigo. Por como están las cosas, creo que, si cambias desde tu presente algo tan sencillo como la forma de alimentarte, podrías ayudarme muchísimo a mejorar nuestro mundo en el futuro. He venido a que pienses en esto: todas nuestras acciones tienen consecuencias, en nuestro presente, en nuestro futuro, en las personas de nuestra comunidad, y en la biodiversidad de nuestro planeta. ¿Probamos?
Luego, la voz, medio humana medio robótica, da la instrucción de interactuar con tres menús, desde el que genera menos equilibrio para nuestro cuerpo y el planeta, hasta el que genera mayor bienestar para ambos. Se presentan imágenes de las posibles enfermedades que sufriría el cuerpo si así fuera la totalidad de su alimentación, y de qué le ocurre al planeta con cada tipo de producción agrícola, intensiva, industrializada y agroecológica. Se espera que, al observar las imágenes y los vídeos, los estudiantes reflexionen acerca de una decisión que toman tres veces al día, muchas veces sin mucho control, muchas veces sin mucha atención, pero que determina cómo nos sentimos y el futuro común que tendremos. Reflexiones que pueden dejar en un muro virtual, además de tiendas para comprar alimentos y productos sostenibles.
La experiencia está acompañada de una caja con un estilo futurista, que se llama “El mercado del absurdo”, y que contiene 8 tarritos marcados con el nombre de un alimento: aguacate, limón, banano, zanahoria, entre otros. Cada uno contiene un polvo soluble en agua, con el cual se puede lograr el sabor de ese alimento específico. Esa caja fue enviada por Robin para enseñarnos cómo es su alimentación en el 2030, y cómo será la nuestra si no actuamos ahora.
Link para ir a la experiencia: mercadoabsurdo.wixsite.com/inicio