Mauricio Jaramillo, ingeniero forestal que nos apoya en esta sección, cuenta que, a mediados de los años 50, el Instituto de Crédito Territorial adquirió los terrenos de la entonces llamada finca Provenza. Este lugar había sido la casa de campo del abogado José Gutiérrez Peláez y doña Ester Gómez Henao, quienes nombraron su casa en honor a esa región del sur de Francia.
En sus antejardines sembraron acacias amarillas (“Caesalpinia pluviosa”) que, con el tiempo, “se convirtieron en un bosque urbano”. La llegada de estas acacias hasta aquí estuvo inspirada en el caso del barrio Prado, que tenía árboles como los guayacanes, y en el de Laureles, con falsos laureles. La presencia de estas acacias trajo belleza al paisaje, frescura y ha conectado las zonas entre las quebradas La Presidenta y la Poblada. Por esto fueron incluidas en el grupo Árboles y Palmas Patrimonio Natural y Cultural de Medellín. El crecimiento urbanístico de Provenza y el desconocimiento de los constructores sobre su valor han hecho que muchos de ellos desaparezcan o sufran daño.
Dónde: En Provenza, entre las carreras 32 D y 37, y entre las calles 7 y 10