Que no se queden en el tintero
Parece que el viento se hubiera llevado aquellas promesas que arrancaron lágrimas
Destacamos, como lo podemos ver en esta edición de Vivir en El Poblado, que las solicitudes de la comunidad, en este caso de muchos habitantes de la comuna 14, no siempre llegan a oídos sordos.
Hace dos meses, ante el caos vehicular que se estaba originando alrededor del recién inaugurado puente Gilberto Echeverri o de la calle 4 Sur, varios residentes, organizaciones y comerciantes de El Poblado se reunieron en el auditorio de Panamericana, convocados por Corpoblado. El objetivo era presentar al Secretario de Transportes y Tránsito y a otros representantes de la Alcaldía varias quejas sobre la movilidad y algunas propuestas de solución, posteriormente enfatizadas mediante un recorrido por el puente y sus alrededores.
Con base en esas inquietudes ciudadanas, el Tránsito hizo algunos estudios y presentó esta semana –el martes 4 de septiembre, en Oviedo– las respuestas. Varias de las propuestas hechas por los habitantes de El Poblado serán implementadas antes de acabar el año, según aseguró el secretario de Transportes y Tránsito, Ómar Hoyos. Otras de las sugerencias se descartaron por considerarlas inconvenientes luego de hacer algunos análisis, pero el compromiso de los funcionarios de la Alcaldía fue continuar estudiando la manera de mejorar la movilidad. Ahora solo falta esperar que los cambios anunciados se ejecuten.
También destacamos que se siguen emprendiendo acciones y tomando medidas para frenar las muy criticadas falsas Viviendas de Interés Prioritario (VIP) en barrios como El Poblado, y si los gobiernos nacional y municipal cumplen sus anuncios recientes, esta práctica y este tipo de proyectos serán erradicados de los estratos altos para que realmente cumplan la función social para la que fueron pensados.
Infortunadamente, la confianza en los compromisos oficiales a veces se resquebraja. Lo decimos por la cuestionable actuación de la Alcaldía en otro asunto del que informamos en estas páginas. Se trata de la indolencia que se refleja al incumplir una promesa que hizo en octubre de 2011 a los habitantes del sector de El Tesoro La Ye. Con bombo y platillos, representantes del gobierno de Alonso Salazar les anunciaron la construcción de una sede comunal –bastante luchada, por cierto–, los entusiasmaron con los diseños preliminares y los pusieron a soñar con que este año tendrían por fin ese espacio para el esparcimiento, la cultura y la educación que tanto les hace falta. Pero, al día de hoy, nada. Parece que el viento se hubiera llevado aquellas promesas que arrancaron lágrimas. Ojalá el proceso retome su curso y los residentes de El Tesoro La Ye puedan recuperar la fe perdida en los compromisos oficiales.