¿Cómo se relaciona una cosa con la otra? Pues bien, el primero fue propuesto por el Municipio dentro de las reformas del Plan de Ordenamiento de El Poblado, con un razonamiento sencillo y contundente: el ritmo de construcción en El Poblado debe disminuir pues la situación actual (la de 2004) va a colapsar la comuna. La mejor forma que encontró la Alcaldía para lograr ese cometido fue con un impuesto a la construcción que desfavorece la construcción de apartamentos pequeños y edificios muy altos (del tipo de los que se han hecho por montones en el último par de años) y favorece lo opuesto, es decir, apartamentos grandes en edificios de altura moderada.
En la práctica, por razones de mercado, eso significa casi una congelación, según dijo un constructor que pidió reserva de su nombre, a Vivir en El Poblado. Y se entiende eso así porque los lotes que están sin desarrollar salieron del mercado este año y por los próximos tres, cuando el Municipio revisará el nuevo impuesto.
¿Qué tiene que ver esto con el predial? Pues que este año subió, y subió mucho además y a esos lotes, a sus dueños, les toca pagar una tarifa mayor de predial, tarifa que desde antes los afecta por ser los denominados lotes de engorde. Su reclamo es pues que esos lotes quedaron cuasi congelados por los próximos tres años y que la tarifa del predial debería tener eso en cuenta. Reclaman que no les cobren impuestos por un supuesto potencial de desarrollo que sus lotes no tienen dada la situación creada por el impuesto de la construcción. Reclaman una rebaja del impuesto predial.
Con este alegato están ahora frente a la Secretaría de Hacienda.