Vivir en El Poblado inicia en esta edición el cubrimiento periodístico de cara a la contienda electoral de octubre próximo.
Análisis sobre la brecha entre lo prometido hace cuatro años y lo cumplido por los gobiernos de Medellín y de Antioquia.
Cuando restan cinco meses y medio de gobierno, es buen tiempo para evaluar esa ejecución sobre lo prometido.
El entonces candidato a la alcaldía de Medellín, Federico Gutiérrez, dijo ser “un hombre que cumple”, mientras Luis Pérez propuso acelerar el desarrollo en las regiones.
En época de campaña, Gutiérrez le aseguró a Vivir en El Poblado que en materia de seguridad “vamos a retomar el control territorial con la autoridad del Estado y con oferta institucional”; en movilidad se comprometió a reorganizar el sistema integrado de transporte público con el tiquete único y “tener grupos motorizados de tránsito que sancionen a quienes no permiten la movilidad (por mal parqueo)”; en cultura prometió una nueva sede para la Filarmónica de Medellín y en espacio público, “realizar intervenciones para recuperar esos lugares para los ciudadanos”.
En lo social, en Medellín hay un “estancamiento”
De acuerdo con el último informe de Calidad de Vida dado a conocer por Medellín Cómo Vamos, en la ciudad siguen las ambivalencias en su camino por el progreso. Por ejemplo, aunque ha crecido el número de empresas por cada mil habitantes, el desempleo se ha incrementado y las oportunidades de trabajo no se distribuyen equitativamente entre los habitantes, pues el desempleo juvenil viene en aumento, lo que afecta principalmente a mujeres y a los jóvenes más pobres.
Piedad Patricia Restrepo, directora de Medellín Cómo Vamos, indicó que “hay unas condiciones estructurales de desigualdad que no hemos podido romper y que impiden que la reducción de pobreza extrema sea sostenible en el tiempo”. De otro lado, se destaca la reducción en la tasa de embarazos adolescentes y en la deserción escolar.
Mayor inversión en seguridad
El presupuesto para seguridad estos cuatro años se incrementó respecto al administrado por el gobierno anterior; sin embargo, los expertos advierten que los resultados no han acompañado la estrategia del alcalde Gutiérrez.
“Vamos para cuatro años con una tendencia creciente en homicidios, desplazamiento intraurbano, hurtos, atracos a entidades financieras; únicamente disminuyó la extorsión porque bajó el número de denuncias”, afirmó Carlos Julio Díaz, director de la Veeduría al Plan de Desarrollo de Medellín y quien considera que el énfasis en las capturas y las cámaras de vigilancia no ha funcionado.
Según la Encuesta de percepción de seguridad ciudadana realizada por la misma Alcaldía, en El Poblado en 2016 el 15% de los consultados se sentía seguro, el 40% relativamente seguro, el 35% inseguro y el 9% muy inseguro; mientras en 2018, el 25% dijo sentirse seguro, 24% relativamente seguro, 40% inseguro y el 11% muy inseguro.
Martha Villa, de la Corporación Región, agregó que hubo compromisos extemporáneos que no se alcanzarán a cumplir. “A propósito del derribamiento del Mónaco, el Alcalde planteó la segunda fase del Museo Casa de la Memoria, pero no tiene sustento financiero o programático”, anotó.
Los expertos indican que la captura del secretario de seguridad, Gustavo Villegas, por relaciones con miembros de la ilegalidad, le restó credibilidad al trabajo institucional por la seguridad.
En movilidad, el tranvía de la 80 se redujo a buses eléctricos
Daniel Carvalho, concejal de Medellín, considera que el sinsabor está en el tranvía de la 80, pues hasta ahora no se han conseguido los recursos adicionales de la Nación.
“La ciudad no puede dejar de insistir en este proyecto y yo esperaría que el alcalde logre, al menos, un acuerdo con el Gobierno Nacional para la financiación del corredor de la 80”.
De otro lado, Carvalho rescata los avances en desarrollos como la peatonalización del centro, la renovación de las flotas de buses, las ciclorrutas y el Cable Picacho.
La administración de Federico Gutiérrez implementó el sistema de cepos, con el que se busca sancionar de manera más efectiva a los conductores que dejen mal estacionados los vehículos en la vía.
Gloria Gaviria, del Comité de Valorización, dice que se siente defraudada: “es cierto que, en cuanto a las obras, han sido más profesionales, más cuidadosos. El cambio es notorio, han sido mejor manejadas. Pero con relación a las promesas, fue en contravía a lo que prometió como gobernante de revisar los proyectos, porque había unas de carácter metropolitano, pero no pasó nada”.
El balance del Alcalde
Federico Gutiérrez reconoce que la ciudad tiene un rumbo claro para ir reduciendo las brechas en materia social.
Aunque señala que el índice multidimensional de calidad de vida está en su nivel más alto desde que se mide, considera que los retos son mayores debido a fenómenos nacionales y al éxodo de unos 70 mil venezolanos que se han asentado en la ciudad.
“Las zonas que tenían peores registros de calidad de vida son las que han venido mejorando en espacio público, deporte, salud, oportunidades, educación”, dijo el mandatario durante la presentación del informe Medellín Cómo Vamos.
Lo bueno, lo malo y lo feo en la Gobernación
Las principales promesas del entonces candidato a la Gobernación de Antioquia se basaban en impulsar la productividad del campo y optimizar el modelo de educación digital e incentivar la infraestructura, que incluía impulsar túneles como el de Oriente y el Toyo, además del sistema férreo multipropósito.
Andrés Olaya, docente de Eafit y experto en administración pública y gobierno, considera que uno de los principales avances en el gobierno de Luis Pérez tiene que ver con el cumplimiento en la interconexión de las vías terciarias, lo que reporta beneficios para la economía campesina y en la consolidación del pago por servicios ambientales y el cuidado de las cuencas hídricas.
Sin embargo considera que el mandatario seccional “se quedó corto de tanto pensar en grande”, pues en cuatro años era muy difícil consolidar grandes proyectos como el Ferrocarril, que aún está lejos de materializarse tan siquiera en un primer tramo.
Olaya también indica que dos de sus principales pilares como la empresa agroindustrial que prometió para los campesinos y la universidad digital como alternativa de educación superior, aún no han podido ser materializadas.
Desde la Constitución de 1991 el voto para elegir alcaldes y gobernadores en Colombia es programático; es decir, los candidatos están obligados a presentar las propuestas que, de resultar electos, tendrán que convertir en un plan de gobierno para cumplir a cabalidad. De lo contrario, incluso, se podría iniciar un proceso de revocatoria del mandato en los términos de ley.
Por: Daniel Palacio Tamayo / [email protected]
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