En el corregimiento de Santa Elena, oriente de Medellín, se encuentra ubicado desde diciembre del año 2011 el primer radar meteorológico que existió en el país para la gestión del riesgo de desastres.
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Esta novedosa herramienta, desde entonces, se convirtió para el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y su proyecto SIATA, pioneros en su creación, en una estrategia regional desde el conocimiento científico, el desarrollo tecnológico y la innovación, la cual, tiene como propósito identificar y pronosticar la ocurrencia de fenómenos naturales y antrópicos que alteren las condiciones ambientales de la región.
Entre sus principales características, se destacan estas:
- Es un sensor remoto activo que permite determinar la localización e intensidad de los sistemas de nubes que generan precipitaciones en tiempo real (entrega información cada 5 minutos).
- Con los datos medidos por el radar es posible conocer el comportamiento espacial y temporal de la precipitación en tiempo real, ofrece información sobre la localización y el comportamiento de los sistemas de nubes que generan las precipitaciones.
- El radar posee un radio de cobertura de 240 kilómetros, el cual cubre el 90 % del departamento de Antioquia, y permite establecer sistemas de precipitación que se acerquen al Valle de Aburrá y, además, generar pronósticos de muy corto plazo para alertar a las autoridades y a la ciudadanía en general.
Juan David Palacio Cardona, director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, explicó: “En el corregimiento de Santa Elena nació propiamente el proyecto SIATA. Aquí tenemos instalada gran parte de nuestra capacidad técnica del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. En el país, existen 10 radares similares, pero es muy importante señalar que, en el año 2011, fue instalado este, siendo el primero que existió en el país para la atención del riesgo. Durante los 365 días de año, dicho radar permite entregar información meteorológica de los municipios de nuestro departamento y de regiones fronterizas, garantizando así la generación de información para la toma de decisiones”.
Funcionalidades del radar
Por su parte, el líder de meteorología del proyecto SIATA, Julián Sepúlveda, indicó que este radar meteorológico hace referencia a un sensor banda C, doppler, el cual se clasifica como un radar intermedio, pues en el país existen 3 tipos de radares: banda X, banda C y banda S, siendo este último el más grande.
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Igualmente, explicó que su funcionamiento consciente básicamente en la emisión de una onda electromagnética a la atmósfera que, al chocar con los hidrometeoros presentes (partículas de agua, hielo, nieve) devuelven una respuesta y según la diferencia entre la señal enviada y la retornada, se puede conocer qué tan lejos y en dónde están las nubes o qué tan intensas son las lluvias que se presentan. Por otra parte, al ser un radar doppler, se puede conocer la velocidad radial de movimiento de los sistemas de nubes que generan precipitaciones.
El Área Metropolitana del Valle de Aburrá ha usado los datos del radar meteorológico para la creación de algoritmos de estimación de lluvia en superficie, para la detección de granizo y para pronosticar a muy corto plazo información que se usa en estudios de calidad del aire, deslizamientos, avenidas torrenciales, actividad eléctrica (asociada a eventos intensos de lluvia), entre otros.
Cabe mencionar que, desde el 2013 y apoyados en la información del radar, se han emitido 2.626 reportes de precipitación para las autoridades y la ciudadanía en general y, desde el 2016, se han activado 201 veces las alarmas comunitarias que han sido instaladas en el Valle de Aburrá, principalmente en comunidades que se han asentado cerca a quebradas y al río Aburrá.