Comenzó la discusión sobre cómo debe diseñar Medellín su presupuesto para 2019. El Concejo Municipal tiene el reto de garantizar la sostenibilidad de EPM y la inversión pública y de fijar viabilidad incluso hacia 2022.
Comenzó en el Concejo de Medellín la discusión del presupuesto público de 2019, un proceso que debe terminar el 26 de noviembre y define una base clave del futuro cercano, en medio de un entorno único, que mezcla la crisis de Hidroituango, el cierre del período de Federico Gutiérrez, el inicio de la campaña para nuevo alcalde, además de la discusión del presupuesto de la Nación.
El punto de partida son 5.18 billones de pesos; el 78,4% del recurso sería destinado a inversión, mientras los gastos de funcionamiento (14,9%) y el pago de la deuda (6,7%) complementan el plan. Pero hay más que números en este proceso, dado el reto de garantizar la sostenibilidad de EPM sin desestabilizar al Municipio.
Los 5.18 billones de pesos del presupuesto se componen en parte con transferencias de EPM. Y se desata el debate: ¿en tiempos de crisis Medellín está en la obligación de proteger la entidad o sostener intactos sus programas de inversión social?
De los 5.18 billones de pesos del presupuesto se estima que cerca de 1.2 billones provendrán de las transferencias de EPM. Y se desata el debate: Medellín está en la obligación de proteger EPM, acosado por Hidroituango, por lo tanto el trámite de recursos debe tener comportamiento de tiempos de crisis. Para un sector, es hora de revisar nuevas fuentes de ingresos para la ciudad y de racionalizar aquella maroma conquistada años atrás para que las transferencias fijadas por norma en el 30% de las utilidades de EPM se conviertan en 55%. Otro sector señala que Medellín, aun en medio de la crisis, debe exprimir intacto ese 55% para sostener sus programas de inversión social: educación, salud, empleo, equidad, confianza ciudadana, más el cable del Picacho y el corredor de la 80, dos obras bandera que quedaron para el último año.
La fórmula del Concejo para cumplir en cada frente, hacia donde tiende la discusión, señala que EPM venda activos y participación accionaria por cerca de 4 billones de pesos. De apretar cinturones poco se habla y todo indica que el último año de Federico Gutiérrez estará blindado de crisis y que la carga la absorberá el próximo alcalde en los años 2020 a 2022, también por el efecto Ituango.
Hoy el panorama es condicional: si se autoriza que EPM venda; si se consiguen clientes para los activos y la participación accionaria; si hay pago de las pólizas del proyecto hidroeléctrico; si el nuevo Gobierno Nacional asigna mejor presupuesto… todas maromas que definirán el rumbo de la ciudad en el mediano plazo.