Pero las cooperativas de vigilancia afirman que cada vez que se habla de facultades de control que impliquen seguridad, es la Superintendencia quien debe reglamentar la actividad, para garantizar que este servicio sea prestado de manera profesional por una empresa debidamente autorizada.
Para resolver el problema, Carlos Yepes Zuleta, portero hace más de 4 años, considera que “es necesario establecer una diferencia jurídica y legal del trabajo de los porteros y conserjes, que no sólo se dedican a la recepción de personal externo sino a oficios varios dentro de la propiedad; muy diferente a los vigilantes y celadores que deben estar capacitados para el manejo de armas y que su única función es garantizar la seguridad de las personas y los bienes privados de determinado conjunto habitacional”.
Jornada laboral, pan de cada día
Carlos Yepes, portero en El Poblado afirma que otro de los inconvenientes para cambiarse a una cooperativa es que disminuyen el personal y aumentan la jornada laboral. Por lo regular en la portería de un edificio, contratada por la administración, trabajan 3 empleados, en turnos de 8 horas o de 12 horas laboradas por 24 de descanso, con horas extras para completar el mes. Mientras que en cooperativas o empresas de vigilancia los turnos son de 12 horas de trabajo por 12 de descanso, durante 13 días seguidos y no hay horas extras porque se contrata a un relevante que trabaja los 4 días faltantes del mes.
Ante este argumento, Coopevián, destaca que esta jornada antes que causar malestar, brinda 2 días de descanso por quincena a sus asociados. Dice el Gerente de Coopevián, Luis Guillermo Ruiz: “Con ello propendemos por la salud mental del trabajador y brindarle más tiempo para su familia”
Los perfiles
Para el ingreso de los antiguos porteros a una cooperativa, el aspirante debe cumplir con un perfil que garantice la prestación de un servicio eficiente tanto en la parte técnica, física como psicológica, como lo exige la SVSP, pero las cooperativas son flexibles en la admisión.
“Indudablemente no nos podemos llenar de gente que nos reste competitividad en la imagen, pero tampoco podemos negarnos a la oportunidad de atender a un cliente que solicita que su portero sea incorporado a nuestra cooperativa. Lo que hacemos por ejemplo con personas de 50 años, obesas y sin el manejo de elementos de seguridad pero que conocen la problemática y el núcleo social donde trabajan, es capacitarlos para que sean eficientes a nivel técnico y legal”, explica Luis Guillermo Ruiz. Estos cursos son periódicos, y es el empleado quien asume el costo.
Armas solo en caso extremo
Clara Abad Faciolince, Gerente de de la administradora inmobiliaria Abad Faciolince, explica que las funciones que desarrollan las cooperativas o empresas de vigilancia en porterías de unidades residenciales, son las mismas que las hechas por los porteros contratados directamente por la administración. Así mismo, los porteros señalan que la medida de la Superintendencia no genera cambios significativos en su labor, ya que solo cambia el uniforme y no les dan armas. Pero el directivo de Coopevian aclara que usar elementos como armas es muy delicado para los residentes y por ello se les sugiere prescindir de este servicio a menos que sea muy necesario. Hay otras unidades en las que el servicio puede ser armado, pero se da en casos especiales por su extensión, por su ubicación o por el grado de complejidad del sector.
No hay reinsertados
La gran incertidumbre de las copropiedades al contratar cooperativas de vigilancia es que paradójicamente se sienten inseguras, porque piensan que emplean a personas reinsertadas y temen que algunas puedan suministrar información a organizaciones delictivas sobre los habitantes de estas urbanizaciones.
Pero el gremio de vigilancia y seguridad privada aclara que desde 2005 manifestó que no podía apoyar esta situación porque era difícil vincular este tipo de personas por el servicio que ofrecen, que es un intangible llamado tranquilidad.
“Entonces no se obligó a las empresas de seguridad a recibirlos y hay que aclarar, para tranquilidad de los usuarios, que con los controles de la Superintendencia todos los vigilantes tienen un proceso de selección rígido, apoyados en la reconfirmación de antecedentes con la unidades que prestan este servicio en el Estado” afirma el Gerente de Coopevián.