Hace unos días, mientras acompañaba a unos amigos alemanes quienes vinieron a Medellín a explorar oportunidades de negocio y colaboración, uno de ellos me sorprendió con la siguiente pregunta: “¿Qué es lo que tiene este país que hace que tanta gente que estudia en el exterior quiera volver?” Mi respuesta inicial fue sencilla: el clima, la familia, los amigos y la calidad de vida. Pero, él insistió. “Veo algo más, estoy impactado con la cantidad de personas que hemos conocido, que han estudiado en las mejores universidades del mundo”, y dijo: “Hay una motivación profunda por regresar a trabajar por Colombia”. Su comentario me dejó reflexionando, porque yo mismo soy uno de esos colombianos que decidió regresar.
Lee más columnas de Pablo Ángel aquí.
Dependiendo de la fuente, entre 40.000 y 60.000 colombianos salen cada año a estudiar en el exterior. Según Colfuturo, entre 2012 y 2019, más de 640.000 de estudiantes migraron con el sueño de acceder a las mejores universidades e institutos del mundo. Los destinos preferidos son España, Francia, Estados Unidos y Australia, entre otros, motivados por la posibilidad de tener experiencias multiculturales, aprender un idioma o especializarse en campos específicos. Pero, a pesar del atractivo de una vida en el extranjero, y aun cuando vivimos años atípicos, muchos deciden regresar.
De acuerdo con Colfuturo (2022), 85% de sus beneficiarios regresan; entonces, ¿qué nos motiva a volver?
Sin duda, el clima, la familia, los amigos juegan un papel fundamental. Sin embargo, creo que hay razones más profundas. Regresar es una oportunidad para aplicar lo aprendido en el exterior y contribuir al desarrollo del país. Estudiar fuera de Colombia te expone a experiencias académicas, laborales y personales únicas que pueden traducirse en oportunidades de emprendimiento, innovación o crecimiento empresarial. Esta visión, de regresar para hacer la diferencia, es lo que impulsa a muchos colombianos a volver y continuar impulsando el desarrollo económico y social del país.
También lea: Transformación empresarial: una necesidad con sentido de urgencia
Cuando un colombiano estudia o trabaja en el extranjero, su capacidad para destacarse es indiscutible por nuestra resiliencia, capacidad de trabajo y enfoque en la solución de retos complejos. Pero, esas mismas cualidades pueden generar un impacto aún mayor al regresar. En países más desarrollados que Colombia, muchas de las necesidades están regularmente cubiertas, y el impacto que se puede lograr es generalmente menor al que se tendría retornando a un país donde hay un sin fin de oportunidades para transformar la vida de las personas. Aquí en Colombia, hay muchas necesidades desatendidas y oportunidades para aplicar ese conocimiento y experiencias adquiridas, y en muchos casos, esas personas que retornan se convierten en agentes de cambio que transforman el país.
Si mi amigo alemán volviera a hacerme la misma pregunta hoy, le respondería:
“Colombia es una combinación entre lazos familiares, buena calidad de vida en general y, sobre todo, un país lleno de oportunidades para quienes buscan seguir construyendo un futuro mejor jugando un papel protagónico en la construcción de ese futuro”.
Creo profundamente que, para crecer como país, debemos abogar al sentido de pertenencia, a la responsabilidad que tenemos para sacar el país adelante. Debemos traer de vuelta a los colombianos que estudian fuera, ofreciéndoles mejores salarios, espacios de conexión y mejores condiciones económicas que les permitan pagar sus obligaciones. Así, Colombia no solo retendría su mejor talento, si no que se puede apalancar de este para seguir creciendo y avanzando hacia un futuro más próspero.
Lea más columnas de Vivir la transformación, aquí >>