¿Por qué la Ley Antitrámites aún no merma las filas?
La tramitomanía sigue vigente y muchas entidades aún piden documentos que supuestamente están abolidos
No tener que hacer tantas filas, fue un deseo que encontró eco en el Gobierno tras la firma de la Ley 019 del 10 de enero de 2012, o Ley Antitrámites. Se presentó como una gran herramienta para eliminar muchos procesos que quitaban tiempo y dinero.
Tres semanas después, aunque prematuro, las filas parecen las mismas y la confusión sobre qué papel sigue vigente y cuál quedó abolido es común en notarías, entidades de salud y oficinas de tránsito.
Ricardo Velásquez, mensajero de cuatro empresas (una de ellas con sede en El Poblado), llegó a la Notaría 12 para autenticar unos poderes (1.360 pesos cada uno). “Las cosas no han cambiado porque empresas de telefonía y la Dian, entre otras, siguen exigiendo esa documentación”, dice.
Se supone que tanto este documento como la copia autenticada del Registro Civil (5.450 pesos) y las declaraciones extrajuicio (alrededor de 10.000 pesos) habían pasado a mejor vida. Las supervivencias (gratuitas) para cobrar la pensión, saldrían de circulación el 1 de julio.
Julio César Echeverry, notario 12 de Medellín (El Poblado) y miembro principal de la Unión Nacional de Notariado Colombiano, dice que “la mostraron como una norma que eliminaba las autenticaciones y las declaraciones extrajuicio en el país. Pero estas siguen existiendo como figura jurídica. Lo que señala el decreto Ley 019 es que para gestionar ciertas cosas en la administración pública como Presidencia, gobernaciones y alcaldías, no se pueden exigir autenticaciones; pero lo que vaya para juzgados (rama judicial), como las presentaciones personales de un poder o de una demanda, por ejemplo, eso se debe hacer todavía en la notaría”, explicó.
La Superintendencia de Notariado y Registro, ante estos interrogantes, convocó el pasado 23 de enero a varios notarios del país para explicarles los alcances de una norma que aún tiene mucho papel que cortar.