Estas pequeñas «jardineras del bosque» cumplen un papel muy importante en el equilibrio de los ecosistemas antioqueños, la dispersión de semillas y regeneración de bosques tropicales y andinos. Según Corantioquia, es una especia clave para mantener la biodiversidad en los 80 municipios de la jurisdicción de la corporación.
En la región, se encuentran tres especies nativas: la ardilla de cola roja (Syntheosciurus granatensis), la ardilla andina (Leptosciurus pucheranii) y la ardilla cusca (Leptosciurus otinus), que han demostrado su capacidad de adaptación tanto en entornos rurales como urbanos.
“La supervivencia de las ardillas está estrechamente ligada a la salud de nuestros bosques”,
señaló Liliana María Taborda González, directora de Corantioquia.
Durante 2024, la corporación logró la rehabilitación y liberación de 27 ardillas de cola roja, 10 de ellas provenientes del Hogar de Paso y 17 del Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Aunque ninguna de las especies se encuentra actualmente en peligro de extinción, enfrentan amenazas como la deforestación, la pérdida de hábitat y la interacción con mascotas.
La autoridad ambiental invita a la comunidad a sumarse a la protección de esta especie con acciones como la reforestación, el manejo responsable de mascotas y la gestión adecuada de residuos. Para más información sobre programas de conservación, los ciudadanos pueden comunicarse con la entidad a través de sus canales oficiales.