Por Saúl Álvarez Lara
En los libros están las historias de las personas, de los lugares donde viven, de sus costumbres y tradiciones. Me encontré hace poco con Pilar Posada para conversar con ella, al calor de un café fuerte, colado como debe ser, de su libro Ay, mi amor. Nanas y arrullos de Colombia. Con mirada de buscador de historias encontré, narradas en verso, historias que en las regiones de Colombia los adultos cantan a los niños para que se duerman, descansen o dejen descansar.
“… Duérmete mi niño que estás en la cuna…”, es el inicio de un arrullo que Pilar entona a capela, para que entremos en contexto. Ay, mi amor. Nanas y arrullos de Colombia es el resultado de la investigación sobre la tradición oral para niños que ella trabaja desde antes de hacer sus estudios en el Instituto Orff en Salzburgo (Austria), a comienzos de los años ochenta, donde se graduó en Pedagogía Musical. La concepción musical del Instituto Orff considera, desde varios frentes, la formación musical: además de vocal e instrumental, trabaja el movimiento del cuerpo y su lenguaje con énfasis en la generación de espacios de improvisación y creación. “Esa concepción de la pedagogía musical y la tradición oral son el punto de partida para descubrir la riqueza de la música a partir de la riqueza de la lengua”, dice Pilar.
A su regreso a Colombia, dedicó sus esfuerzos a la investigación de la tradición oral para niños; visitó el Instituto Caro y Cuervo, compró todas sus publicaciones sobre el tema y volvió a ser profesora de Música. Siempre fue profesora. Antes de ir a Europa fundó, con su hermano Andrés, Rayuela, una escuela de música para niños; a su regreso creó Luna Lunera, otra escuela de música, y mientras se dedicaba a la docencia en El Arca, otra escuela para niños, continuó su trabajo sobre la tradición oral, escribió artículos e hizo dos posgrados en psicoanálisis. Sin embargo, la música la persigue. Un día recibió una invitación para participar en un evento internacional que organiza el Instituto Orff. Otro día abrió la segunda versión de Rayuela, y desde 2007 trabaja como asesora pedagógica en la Universidad de los Niños, de Eafit. La música la persigue hasta el punto que una mañana recibió un correo de María Fernanda Paz Castillo, editora de SM, con la propuesta de hacer un libro de nanas y arrullos de Colombia. La pregunta era si ella tenía material para hacer un libro. La respuesta de Pilar fue inmediata: “Tengo el material”. Y de esta manera, sencilla, como sucede cuando las cosas se van a hacer, comenzó el trabajo.
Sería un libro con los versos, sin Cd, aunque pronto se dieron cuenta de que “nanas y arrullos” sin música no suena. En los arrullos siempre hay un dejo de queja, de resentimiento, de cansancio; que el niño duerma es una ayuda, un apoyo. Los arrullos tienen origen en la cultura del Litoral Pacífico, aunque allí los versos cantados no solo intentan dormir a los niños, se entonan también en velorios o en Navidad, y siempre se dirigen a ellos. “Por la diversidad de las fuentes decidimos dar forma al libro por agrupaciones de versos, dice Pilar. Era importante encontrar las coincidencias entre los versos provenientes de distintas regiones, por esta razón el contenido es una recreación de la relación entre los versos, agrupados en temas de intención popular como el amor materno, el miedo al “coco”, la autoridad del padre o la queja de la madre: Duérmase niño que tengo que hacer / lavar los pañales y hacer de comer / matar la gallina, ponerla a cocer / montar en la burra y hacerla correr / llamar a su padre que venga a comer…”,
El proceso de un libro es lento y en él participan expertos en edición y música como es el caso de Ay, mi amor… Las ilustraciones son de Juana Medina, artista colombiana radicada en Estados Unidos. El diseño es obra de Camila Sefarino Costa diseñadora brasilera que vive en Bogotá. María Fernanda Paz Castillo, reconocida editora de literatura infantil es venezolana. La edición musical se hizo en el estudio de Luis Jaime Angel en Medellín, con la segunda voz de Andrés Posada en algunas canciones. “Cuando decidimos hacer el Cd, musicalicé los versos en una semana, tal era mi involucramiento con el tema”, dice Pilar con una sonrisa, y asegura: “Todos los textos tienen música original grabada en estudio, menos los arrullos de la Costa Pacífica que están en la grabación en sus versiones originales”.
En el año 2000 Pilar Posada publicó Tocar, cantar y jugar, con la editorial de la Universidad de Antioquia; Ay, mi amor. Nanas y arrullos de Colombia, su segundo libro, tiene una relación muy estrecha con el primero, están en la misma línea de la tradición oral, los niños y la música. “Tengo otro libro inédito de arreglos musicales para niños y siempre he escrito poesía, pero lo importante ahora -aclara- es lo que la tradición oral canta a los niños convertido en nanas y arrullos…”.