Un movimiento propone llevar una vida austera para obtener la independencia financiera y lograr un retiro temprano. Ha cogido fuerza en Europa, pero tiene sus riesgos.
Por: Sebastián Aguirre Eastman / [email protected]
Se le denomina Movimiento Fire, por las siglas en inglés de Financial Independence, Retire Early (Independencia financiera, retiro temprano). La literatura disponible en Internet sobre este tema sugiere que fue un bloguero canadiense, Peter Adeney, quien en su sitio web compartió su historia personal que le permitió pensionarse a los 30 años.
¿Cómo lo hizo? Este movimiento propone ahorrar el 50%, incluso más, de los ingresos, llevando una vida austera e invirtiendo el dinero en portafolios que garanticen rentabilidad fija anual, con lo cual, al cabo de unos años, tendrá el recurso suficiente para completar su misión laboral.
Adeney, cuyo seudónimo en la red es Mr. Money Mustache, propuso reducir al mínimo sus consumos y no conducir vehículo sino movilizarse en bicicleta, entre otros comportamientos que le ayudaban a disminuir sus gastos.
En Inglaterra este fenómeno es muy popular en la actualidad. Así lo señaló el periodista colombiano Alejandro Millán, residente en Londres, quien comentó que quienes más se inclinan por este estilo de vida son los jóvenes que trabajan en el sector financiero, por sus altos ingresos, que les permiten tener ahorros significativos cada año, aunque también aplica para otros sectores económicos.
¿Qué tan viable es?
Pese a que el resultado, en principio, parece tentador, hay que tener en cuenta los riesgos que se corren con esta práctica.
Luis Felipe Jaramillo de los Ríos, docente de la Universidad de Medellín y especialista en Gestión Financiera, comenta que si bien es posible que alguien se pensione a los 30 años o antes, tienen que confluir varios factores, y sobre todo, tener en cuenta el contexto en el que esté cada persona.
Dice el docente: “Para lograrlo, mi ahorro es la diferencia. El secreto es rebajar el consumo, ser muy austero, pero tiene que ser una persona con ingresos económicos muy altos, porque si me pensiono a los 30 es porque pienso vivir, al menos, 50 años con mis ahorros”.
Lo lógico entonces es poner ese dinero en un activo que genere rentabilidad, porque en palabras de Jaramillo de los Ríos, renunciar a generar ingresos en la etapa más productiva de la vida, entre los 30 y los 50 años, va contra la lógica de la naturaleza económica.
La ecuación que el docente realiza es que quien pretenda seguir este estilo de vida, tendría que obtener una pensión voluntaria con un ingreso promedio de $7 millones mensuales y ahorrar, como mínimo, el 50% de ese ingreso.
La coyuntura laboral tampoco ayuda
El docente Luis Felipe Jaramillo de los Ríos le ve otro problema a este deseo: la difícil coyuntura laboral que atraviesa nuestro país. El Dane informó que en enero el desempleo juvenil (entre 14 y 28 años, la población objetivo del movimiento Fire) fue del 18,1%, el más alto para ese segmento desde 2011.