Entre el próximo 17 y 25 de septiembre, en el festival de cine de San Sebastián, en España, se estrenará esta película local que cuenta la historia de un caficultor que decidió quedarse en el campo.
Para grabar una historia en tiempos de pandemia, se necesita más que inspiración. Convicción, fuerza y apoyo son elementos necesarios para poder contar con imágenes un relato que capture la atención de un público, expuesto, por estos días, a más pantallas e historias que en tiempos pasados.
Le puede interesar: “Necesitamos mas voces diversas en el cine”: Catalina Arroyave
La Roya cuenta la historia de Jorge, un campesino cuya vida transcurre entre los municipios de Andes, Betania y Concordia. Su director, Juan Sebastián Mesa, la describe en pocas palabras, como “un choque entre dos mundos, el rural y el urbano, visto a través de un personaje que nunca quiso irse a la ciudad”.
El proceso de esta historia que ocurre entre montañas y cafetales, comenzó en el 2015, año en que el primer boceto fue seleccionado en el Laboratorio Internacional de Guión de la Corporación Cinefilia. Como proyecto en fase de escritura, participó también en las residencias Cinéfondation del Festival de Cannes, en el 2017, y LeMoulin d’Andé, en 2018.
“Un reto enorme y una escuela”.
Juan Sebastián Mesa cuenta que “la grabación de esta película fue un reto grandísimo por su logística: carreteras destapadas, lluvia, sol, cambios dramáticos de clima o derrumbes en el camino. Fue como una especie de lucha en contra de los elementos. También fue un aprendizaje para adquirir paciencia, respirar profundo y tomarse el tiempo de pensar muchas cosas. En ese mes que estuvimos fuera de nuestras casas, nos movimos entre la cordillera, cafetales, pueblos y veredas; fue un reto para los integrantes del equipo que no acostumbran visitar el campo y no se mueven por un territorio tan hostil. También fue un desafío grande en términos de casting: estuvimos buscando el protagonista durante ocho meses y en diferentes pueblos. Buscamos un campesino joven y caficultor que quisiera ser parte del proyecto; un personaje casi en vía de extinción, porque hay pocos campesinos jóvenes. La Roya es el primer largometraje que habla del territorio cafetero y su cultura. Implicó trabajar con actores no profesionales que nunca habían estado con una cámara”.
Le puede interesar: Entrevista con Famor Botero director de la película colombiana Sofía
Sobre la respuesta del público, cuenta que le gustaría mucho que al ver la película, ya sea en San Sebastián o luego en Medellín, las personas se conecten con Jorge, el personaje principal. “Que logren ver el lado humano y sentir empatía con su realidad”.
Medellín de película
Juan David Orozco tiene un trabajo que permite hacer realidad historias: es el Comisionado Fílmico de la ciudad. A través de esta posición que fue creada por la Alcaldía de Medellín, y que ha ocupado desde el 2017 con algunas pausas, apoya las creaciones cinematográficas locales y foráneas.
La Comisión Fílmica, que dirige y hace parte de la secretaría de Desarrollo Económico, tiene la capacidad de respaldar rodajes que llegan a la ciudad en busca de sus condiciones favorables. Al mismo tiempo otorga un apoyo integral a los cineastas y sus empresas. Estas acciones hacen parte de “Medellín de película”, una estrategia de la administración municipal. En el caso de La Roya, cuenta que se apoyó esta producción y a su director, de formas variadas. Y, por eso, siente alegría al saber que pronto se estrenará en el Festival Internacional de San Sebastián.
Le puede interesar: Entrevista con Alejandro Landes, director de la pelicula “Monos”
Sobre el cine y la ciudad, cuenta que “Medellín no es una isla en términos de producción audiovisual y puede recibir de una forma eficiente a quienes deseen desarrollar en ella sus historias: tenemos climas variados en nuestra geografía, hay facilidad para realizar trámites, y nuestra cultura, amable con el visitante, facilita los rodajes”.
Recuerda que el deseo de apoyar las producciones audiovisuales es más que una intención: están reglamentadas mediante el decreto 2467 del 2019, que rige la política pública para el sector audiovisual y cinematográfico, establecida en el acuerdo 022 del 2015. Y agrega que considera “un privilegio trabajar de forma institucional en un tema que le gusta y al que le ha dedicado una buena parte de su vida”.