Estamos frente a una obra del Proyecto de Valorización de El Poblado en la que los avances realizados no logran impactar, o llegar a la vista, de los peatones, los residentes y los conductores que cada día circulan por allí y sufren los efectos en la movilidad. Es el paso a desnivel de la Transversal Inferior con Los Balsos, una obra que, según informa la Secretaría de Infraestructura Física, es la más importante de las cuatro que ejecutan actualmente y que, por sus características, presenta mayor complejidad. Cómo es la obra “El paso a desnivel de la Transversal Inferior con Los Balsos es diferente a las otras que estamos ejecutando (Transversal Inferior con la calle 10, Transversal Superior con Los Balsos, Transversal Superior con El Tesoro), que se ven más avanzadas.
El proceso constructivo es diferente porque en vez de puentes que van por encima, vamos a deprimir la Tranversal Inferior”, explica el subsecretario de Infraestructura Física, Héctor Gómez. Para esto, se construyen muros de contención en ambos costados de la Transversal Inferior y una vez se tengan los muros, se retira la tierra para subterrizar la vía, razón por lo que una parte de los muros no se ve. La construcción de estos comenzó en noviembre de 2014. De norte a sur, la pendiente de la Transversal Inferior se deprimirá por debajo de la loma Los Balsos, y esta permanecerá con la misma pendiente. Además, la Transversal Inferior tendrá, en ese sector, dos carriles nuevos de aproximación a ambos lados, para un total de cuatro carriles. A la fecha, (28 de enero) la obra, que comenzó en marzo de 2014, tiene un avance del 35 por ciento y espera ser entregada en octubre de 2015.
Complejidades de las redes Debido a que no se cuenta con un mapeo actualizado de las redes (acueducto, alcantarillado, gas, energía y telecomunicaciones), su búsqueda por medio de excavación ha sido muy ardua. En este caso, todas las redes que van por la vía de la Transversal Inferior se deben sacar para poder mover la tierra, pero esto se debe hacer por tramos para no dejar sin servicios públicos a los residentes. A causa del deprimido, se vio la necesidad de diseñar y construir una nueva red de acueducto que se conectará a la existente, en los extremos donde no interfiera con la construcción del proyecto. Actualmente, la instalación de esta tubería (American Pipe) de 600 mm de diámetro (equivalente a 24 pulgadas), va en un 90 por ciento.
“Durante la ejecución hemos encontrado redes de servicios públicos que no estaban previstas, por lo que ha habido que hacer unos ajustes. Los ajustes tenemos que acordarlos con EPM”, cuenta Héctor Gómez. Todas las redes irán subterráneas, excepto los cables del transformador de energía de la unidad residencial Portofino. Imprevistos en la excavación “Hemos encontrado rocas muy grandes que han retrasado la obra y dificultan la construcción de los muros de contención. Los muros, o pantallas, son de 60 cm de ancho y nos encontramos rocas de más de 1,50 metros, entonces debemos sacarlas y triturarlas”, informa Gómez. Asegura que aunque los estudios del suelo dicen dónde hay rocas, es muy difícil prever el 100 por ciento, porque los puntos donde se aplican los estudios, según la ley de infraestructura, son distantes. Circulación por la obra “Ya no tienes que parar para subir por Los Balsos, ni para seguir de norte a sur por la Transversal Inferior, porque se quitan la mayoría de los semáforos. Pero sí se semaforizan los giros, derecho e izquierdo, y el paso para los peatones, según la necesidad. Eso es lo que mejora la movilidad”, afirma Gómez.
Vecinos de la obra
La obra inicia a la altura de la unidad residencial Nassau y finaliza en la unidad residencial Surabaya, en sentido norte sur sobre la Transversal Inferior. La unidad residencial Surabaya ha sido una de las más afectadas luego de que la construcción de un muro de contención quedó al nivel de las viviendas, con una distancia de hasta 50 cm, lo cual provocó bronquitis a algunos habitantes. Debido a la contaminación visual, auditiva, y ambiental, después de la tala de 16 árboles, los habitantes de Surabaya solicitaron la construcción de un muro en 2014, el cual comenzó a levantarse finalmente la primera semana de enero. “El muro lo pusieron después de haber insistido demasiado.
Nos ayudó Infraestructura y Planeación, pero Fonvalmed no nos ayudó desde el principio”, expresa Nancy Velásquez, administradora de Surabaya. Por otro lado, manifiesta los problemas de movilidad: “Nos hemos quejado por los pasos peatonales. Pedimos que nos pongan gravilla, porque eso se pone liso por el pantano. Tuvimos que decirles que nosotros dábamos el agua y que nos pagaran el excedente para que nos humectaran la vía. También hay irrespeto con los conductores y el paletero que da la vía ha sido muy inconstante”. Finalmente dice que aunque los han escuchado, no han atendido su petición de dar salida a la unidad por la loma de Los Balsos.
Por su parte, el subsecretario Héctor Gómez, asegura que se ha socializado con la comunidad y que se realizan planes de manejo de tránsito, para mantener el servicio de la vía, según la necesidad. “Tenemos que respetar a la comunidad y acondicionar todo. El compromiso de la Administración es llegar a acuerdos y lo que se dañe restituirlo en las mismas condiciones”, agrega.