Por fin rompió su silencio el exgobernador de Antioquia, exalcalde de Medellín, expresidente del Senado, expresidente de la SAI y socio del Grupo CDO, Álvaro Villegas Moreno. Estaba en mora, después de casi nueve meses del colapso de la torre 6 de Space, edificio, como muchos otros en esta ciudad, construido por él y su grupo empresarial. Por fin habló, así no haya sido en una rueda de prensa, como los medios de comunicación han esperado, sino mediante una entrevista a un diario local. Lo previsible era pensar que, tras el largo silencio, hubiera empezado por explicar a la ciudad, a los familiares de las doce personas fallecidas, a los damnificados, no solo de Space sino de otros edificios como Continental Towers, Asensi, Colores de Calazania y Alcalá, todos construidos por CDO y evacuados por orden del Dagrd. Es que son cerca de mil familias las afectadas por proyectos de esta empresa en Medellín, Bello y Copacabana. Pero no. Se limitó, oh sorpresa, a tratar de justificar por qué no va a demoler las cuatro torres de Space, con argumentos que son para enmarcar. “… Por ética revisamos todas las obras que nos calculó Jorge Aristizábal. La Ley del Consumidor me obliga a que si en el término de 10 años hay una falla en una construcción, debo devolver las cosas a su punto inicial, o sea darle la resistencia que necesite, corregir las fisuras y demás”, dice Villegas Moreno en el artículo escrito por el periodista Germán Jiménez Morales, en El Colombiano.
¿Desde cuándo CDO tan respetuosa de la Ley del Consumidor, al punto de que incluso la invoca para sacarle el cuerpo a un estudio tan serio como el de la Universidad de Los Andes, a una orden tan clara como la del Inspector 14 A de El Poblado, a una recomendación tan sensata como la del Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres, y, sobre todo, a una realidad tan irrefutable como la de una torre colapsada (con doce víctimas), otra implosionada y cuatro más inhabitables y en riesgo de caer súbitamente?
Pero no es todo. De acuerdo con el citado artículo, Villegas Moreno “…tiene la plena certeza jurídica de que la ley lo obliga a reparar los edificios que, como Space, tienen deficiencias estructurales, pero no es de su resorte demoler esas construcciones”.
La perla mayor es que considera que CDO no puede demoler algo que no le pertenece. Es decir, correspondería a los propietarios de los apartamentos, como lo informamos en una edición anterior de Vivir en El Poblado, al referirnos a la orden de demolición ratificada por el inspector 14 A: “… Por fortuna, la Inspección 14 A de Policía también desestimó otro de los exabruptos incluidos en el recurso de reposición de CDO, referente a los costos de la demolición. Según ellos, ‘la Constructora Lérida S.A al no ostentar la calidad de dueño del edificio Space, no puede ser sujeto pasivo de ejecutar a sus costas la orden de demolición impuesta, pues son los propietarios de los apartamentos del edificio Space, quienes se erigen como los únicos titulares del derecho de propiedad sobre los referidos bienes y que son, en efecto, quienes verán comprometido y afectado su patrimonio’”.
En síntesis, CDO sigue mostrando su intención de dilatar. ¿Hasta cuándo? Hasta cuando las leguleyadas lo permitan, hasta cuando se agoten las argucias, las marrullas, los resquicios y cuanto elemento esté a su alcance para desviar el foco de atención. Ahora, además del irrespeto por la institucionalidad, Villegas Moreno extiende dos cortinas de humo. Dejó a un lado la argumentación técnica, para llevar el tema a los planos personal y político. ¡Lo que faltaba: ya resulta que es una víctima de la ingratitud y de la persecución política!