Esta nueva exposición de Ana Isabel Diez explora la fragilidad de la mujer que es llevada al exterior con promesas de gloria y dinero.
Por: Laura Montoya Carvajal
En la Galería de La Oficina hay una habitación que guarda pajaritos de porcelana cubiertos de esmalte dorado. Representan a un ave dando de comer a otra, o a tres pájaros posados sobre una rama. También hay pajaritos individuales con la cabeza inclinada. A todos los sostiene una estantería gris, y algunos están ubicados sobre una carpeta de tela con un mapamundi que indica rutas de migración.
De tráfico, aclara artista Ana Isabel Diez, autora de la exposición Pajaritos de oro. De tráfico de personas, de mujeres que son llevadas a otros países y en su mayoría explotadas laboral o sexualmente. En su búsqueda artística por relacionar a la mujer con la naturaleza y el paisaje, Ana explora en esta muestra la fragilidad de la mujer cuando es vulnerada por este delito.
“La metáfora del pajarito de oro tiene sentido desde la expresión coloquial que usamos cuando nos referimos a una promesa brillante, atractiva, casi nunca cumplida: decimos que a esa persona le pintamos pajaritos de oro”, aclara la artista.
También lo abordó desde la similitud de las migraciones de aves y mujeres y utilizó la porcelana porque “es muy femenina”. Las figuras que expone son reconocibles en salas y estantes familiares, porque de allí tomó sus formas.
Aunque estas figuras son el centro de la muestra, esta también tiene, enmarcados, una serie de pasaportes y visas de diferentes países relacionados con la trata de personas, que la artista dibujó, tachó y complementó con mapas para mostrar la identidad perdida de estas mujeres que viajan. “Los pasaportes son sus alas, sin él no pueden volar”, dice.
La génesis de Pajaritos de oro está explicada en otro de los elementos que hay en la sala: en 2013, la Galería de La Oficina les pidió a varios artistas que presentaran propuestas interpretando las palabras gloria y dinero. La idea de hablar de la trata de personas surgió ahí para Ana. “Hice un collage entre un dólar americano, el símbolo del dinero por antonomasia, y el billete de 10 mil pesos colombianos que hasta entonces era el único billete de Colombia que tenía a una mujer. Este billete está roto y están cruzados de manera que ella, Policarpa, tiene anulada su expresión”.
Luego su muestra creció, y ahora también incluye un pequeño libro de artista encuadernado en una billetera, llamado Palabras de migrantes. En él pone extractos de un libro sobre aves que bien pueden hablar de la mujer.
Desde 2010, la artista ha trabajado el tema del maltrato a la mujer. Su inquietud surgió al ver imágenes diagnósticas de un útero, y notar su parecido con el paisaje exterior. “Siento muy profundamente el tema de los esquemas culturales frente a la mujer y su rol en la sociedad. Trato de hacer como mujer algo para romper estos esquemas”, reflexiona.
En esta inquietud, ha trabajado también las muestras En-Bola-Atados, Nominada al Premio Luis Caballero 2015, Cuerpo / Territorio, Escaparates y Paisaje Interior.
La muestra Pajaritos de oro estará disponible en la Galería de La Oficina hasta el martes 20 de diciembre.