La memoria tiene la facultad de borrar y limar las asperezas de los malos ratos. Sin embargo, pensar en esa ciudad en toque de queda y en que en medio de esa ciudad sin esperanzas, que caminaba de tumbo en tumbo haríamos un periódico con el formato y las características de Vivir en El Poblado no puede más que darnos un tremendo orgullo. Nacimos de la comunidad y de ella nutrimos nuestra opinión y nuestros contenidos. Sentimos la gratitud de los lectores y de igual manera los lectores de Vivir en El Poblado sienten en cada palabra, en cada página que publicamos el gusto y el placer que nos produce nuestro trabajo.
El periódico que entregamos cada quince días, cumple a cabalidad con varias de las premisas que esbozamos desde la primera edición y que se pueden resumir como la pertinencia y la cercanía a una comunidad. Vivir en El Poblado es el primer periódico sectorizado que se edita en Colombia de manera continua y con el interés centrado en el acontecer de una comunidad. Desde su fundación, Vivir en El Poblado se ha caracterizado por su sentido crítico e independiente lo que hace de su contenido punto de referencia para la comunidad entregándole a los ciudadanos la información necesaria para la toma de decisiones concientes, para que como miembros de una comunidad hagamos de la participación una forma de vida.
Por su periodicidad quincenal la información que publica Vivir en El Poblado tiene el tiempo para el reposo y la mesura. Para la búsqueda de otras voces que le aporten a los contenidos haciendo de la manera de escribir de Vivir en El Poblado un estilo que puede resumirse claramente en la frase ?Periodismo útil para la gente?. Esto necesariamente obliga a los periodistas de Vivir en El Poblado a pensar cada una de sus palabras en función del servicio, la cercanía, pertinencia y utilidad dependiendo de los públicos a los que se orienta cada una de las informaciones que aparecen en las páginas del periódico.
En cuanto a su agenda informativa, el periódico se ha caracterizado por hacer del seguimiento y la memoria una tarea cotidiana que le permita a los lectores enterarse de la información de actualidad en contexto, esto es, sabiendo de donde viene y para donde van las cosas. Retomar, recordar y buscar otros protagonistas no solo las fuentes oficiales. Igualmente y aunque parezca extraño, proponer temas, estar atentos a encontrar otros temas, a hacer de la cultura una preocupación constante, así como en la búsqueda permanente de nuevos escritores que tengan en las páginas de Vivir en El Poblado un espacio propicio para enfrentarse de manera real a un público exigente.
Vivir en El Poblado durante estos 15 años de trabajo constante ha creado también un espacio para que el mensaje de beneficio social, la creatividad de servicio y las propuestas para la vida se hagan realidad. Más de 15 campañas de gran impacto y recordación pública han caracterizado el trabajo del periódico atendiendo la idea de que en muchas ocasiones un mensaje requiere la redundancia y la metáfora de la creatividad publicitaria para alcanzar los objetivos de comunicación.
Especial mención debe hacerse al efecto de diálogo que muchos de los trabajos informativos que hemos hecho y que le han dado a los habitantes de El Poblado la oportunidad para conocer otras opiniones, las que muchas veces se desconocen simplemente por el prejuicio de provenir de un determinado sector de la sociedad y que en la neutralidad del espacio del periódico encuentran la oportunidad para ser oídas o ser tenidas en cuenta.
Resumir estos quince años de trabajo no es tarea fácil y menos en estos pocos renglones. Nuestro ejemplo ha ayudado y abierto el camino para que muchas otras publicaciones encuentren su propio sendero, nos sentimos sumamente halagados y orgullosos de poder presentar nuestros proyectos y nuestras ideas como una manera de hacer periodismo y de hacer comunicación con sentido de pertinencia y de cercanía, de hacer periodismo útil para la gente.