Acopio de taxis Ciudad del Río
Por Luisa Martínez
“Me preocupa que uno tenga que pagar para trabajar”, expresa un taxista, quien solicitó omitir su nombre, refiriéndose a algunos sitios en donde dice “se le cobra a los conductores por estar ahí”. El taxista se refiere, como ejemplo, a Ciudad del Río. “El acopio que queda al frente de la Clínica Clofán tiene una plaqueta que dice ‘Taxi Medellín’. No es exclusiva de ninguna cooperativa, pero si yo me quisiera parar allá, no puedo porque no pago y porque no tengo la calcomanía”, continúa. “Ellos (los encargados del acopio) tienen autorización del Tránsito, pero eso para mí es como una extorsión, porque hay que dar entre mil y 2 mil pesos diarios”, denuncia.
Acopio de taxis a la entrada de la Clínica Las Vegas
Este acopio ha sido cuestionado en ocasiones anteriores por los residentes del sector. En la edición 531 de julio de 2013, Vivir en El Poblado reportó la insistencia en la necesidad de desmontar el acopio ilegal de taxis, en las afueras de la Clínica Clofán. Actualmente, según confirma Marta Suárez, líder de Prospectiva de la Secretaría de Movilidad, el acopio “se autorizó de manera provisional por su demanda, mientras evaluamos si es necesario (…). De hecho, hemos tenido muchas quejas de que genera congestión, pero están ahí porque ahí está la demanda”. Asegura que tienen habilitadas cuatro celdas pero que el desorden se forma cuando los taxis están haciendo la fila una cuadra atrás para esperar el cupo. Por eso hay operadores que ayudan a controlar esa situación.
Desde hace poco, Carlos Marín (1 mes y medio) y Johan Ríos (más de dos meses) son los operadores o “despachadores”. Con una camiseta que dice “Acopio Ciudad del Río”, están en un “voleo” permanente. En medio de su labor, ambos reafirman que el acopio tiene el permiso de funcionamiento y cuentan que debido a desórdenes de los conductores dentro de la clínica, a las quejas de residentes y a las multas constantes que recibían los taxistas, estos buscaron que se habilitara. “Se capacitaron con la Alcaldía, la Secretaría de Movilidad y la Policía de El Poblado para tener un certificado”, asegura Carlos Marín. En cuanto a si se debe pagar por tener el espacio, asegura: “Es un aporte voluntario entre 1000 y 2000 pesos, porque si se cobra, eso se considera una extorsión”. Ese aporte cubre su nómina y su seguridad social, por eso algunos taxistas, como Wilinton Cortés, dan el dinero: “No es que si no pagamos no nos dejen trabajar, sino que uno es consciente que con eso pueden trabajar esos muchachos”.
Bahía del edificio Parque Central del Río
“Tampoco se puede vender el cupo, porque el despachador estaría delinquiendo”, agrega Marín. Dice que allí puede llegar otro taxista solo si queda un puesto disponible y quien lo ocupe sea una persona recomendada. Según comenta Johan Ríos, allí se mueven entre 120 y 150 taxistas, que pueden hacer cinco carreras diarias. En un día cualquiera de trabajo pueden despachar 400 servicios y en uno muy bueno, 800.
Parqueadero de TaxAsovegas
Informalidad por demanda
Los acopios de taxi resultan como necesidad de evitar que los vehículos estén rodando todo el tiempo, especialmente en las horas donde tienen menos demanda y para organizar la operación del servicio de transporte individual. Por medio del decreto 0756 de 2010, en Medellín se actualizan los centros de acopio y se adoptan nuevas disposiciones en materia de tránsito. Estos se aprueban o desaprueban por la Secretaría de Movilidad, se disponen según su capacidad y en lugares con mayor solicitud de viajes como centros comerciales, estaciones del metro, clínicas, hoteles, universidades, vías principales, el Centro, entre otros. Actualmente, Medellín tiene habilitados 174 acopios y 1.310 celdas.
La habilitación de acopios y los requisitos de funcionamiento están reglamentados en el decreto 172 de 2001. En cuanto a la creación de nuevos acopios, Marta Suárez, afirma que “la demanda de las urbanizaciones son las que generan la informalidad. Se dice que es ilegal porque no deberían estar en sitios que no están determinados, pero en realidad están donde el usuario los solicita y muy probablemente ni siquiera están cometiendo una infracción (…). Estacionarse les evita consumir costos de operación y se regulan si están en un estacionamiento prohibido”. La funcionaria asegura que, por ahora, la entrada de vehículos taxi adicionales está congelada. Se puede tener modelos nuevos en reemplazo de otros, crear nuevas empresas, moverse de una flota a otra, pero no se puede adicionar un vehículo a los aprobados por el municipio. De los 500 mil carros que circulan en la ciudad, 19 mil 238 son taxis que están compitiendo por pasajeros.
Taxis parqueados en la Clínica Clofán
En cuanto a casos de cobros por servicios, el subsecretario de Seguridad Vial y Control de la Secretaría de Movilidad, Carlos Alberto Marín, expresa: “Nosotros damos el permiso para los acopios de acuerdo con un estudio técnico y el requerimiento de la zona. El hecho de que alguien esté cobrando por parquearse en un lugar, es un hecho policivo y de seguridad… y nosotros somos autoridad en temas de tránsito”. Por su parte, Martha Suárez explica que si una empresa quiere prestar el servicio y decide cobrar por celdas, puede hacerlo, siempre y cuando esté dentro del espacio privado.
Al respecto, el comandante Mayor Leonel Mauricio Rogeles de la estación de Policía de El Poblado afirma: “No he recibido información de acopios en el momento. Tengo entendido que hay dos acopios formalizados, en el Parque de El Poblado y en Ciudad del Río”. En caso de que se estén presentando ilegalidades, solicita a la ciudadanía hacer la denuncia.
Por su parte, el comandante mayor del Gaula, Edward Martínez informa que no se tienen reportes de esta situación en El Poblado, sin embargo admite que sí se conocen casos de cobros en espacio público en la ciudad. “Muchos se aprovechan de la informalidad y ofrecen servicios de seguridad o de organización del servicio del acopio”. Explica que “para algunos conductores es un servicio y para otros, que sienten afectado su patrimonio, es una extorsión. Una persona puede dar dinero en calle de manera voluntaria, ¿es ilegal? depende del punto de vista que lo vea”. Finalmente, concluye que a la justicia se llega por la denuncia.
Flota Bernal
Se mueven en El Poblado
Existen acopios de taxis tradicionales como la Flota Bernal, en el Parque de El Poblado, que le han prestado sus servicios durante años a empresas y hoteles. Tienen gran infraestructura y pueden avalar la tarjeta amarilla de operación. También se encuentran en sectores como Ciudad del Río para tomar servicios en las áreas residenciales, y es común que se le dé un aporte a los porteros para que direccionen los servicios.
Otra empresa que hace presencia en la zona es TaxManila. No es un acopio, sino una empresa prestadora de servicios, según su gerente Mauricio Restrepo. Sin embargo, narra que surgió en Manila con el nombre “Acopio 5000”, en 2011. Inició con 14 conductores y actualmente cuenta con 37 socios constituidos de manera legal. Taxistas de varias empresas se afilian y aportan 5.500 pesos diarios por acceder a un servicio de radioteléfono. Con esto, cubren costos de sostenimiento y se da un incentivo a los porteros de las unidades residenciales. Asegura que reciben cerca de 14 mil llamadas al día y que pueden ofrecer entre 10 y 12 servicios a un taxista.
Acopio de taxis Ciudad del Río
En El Poblado también se encuentra, TaxAsovegas. “Somos una asociación legalmente constituida por un grupo de taxistas que nos especializamos en prestación de servicios a entidades de salud”, aclara su gerente Julio Giraldo. Le presta servicio a la Clínica de Las Vegas y a las propiedades horizontales vecinas, hace 16 años. Usan un parqueadero privado que le pertenece a la clínica, por el que pagan un canon de arrendamiento; y el uso de las bahías en la calle son autorizadas por la Secretaría de Movilidad por petición de la clínica. Al pertenecer a la asociación, se debe contribuir con 10 mil pesos diarios. Tal como aclara su asesor jurídico, Wilson Marín, esto permite sostener la administración de la empresa como los requisitos tributarios, la nomina de los orientadores, el arriendo, un lavadero de carros, la línea telefónica y las capacitaciones. Actualmente también prestan un servicio a la Clínica del Prado, en Ciudad del Río, en la cual cuentan con parqueaderos a nivel interno.
En síntesis, Julio Giraldo, explica que se organizaron debido a las dificultades que estaban causando a la movilidad del sector y a inconvenientes con los taxistas.