Está en estudios preliminares y surge por el crecimiento urbano y el reto de pensar alternativas para el suministro de agua potable en el futuro.
Por: Daniel Palacio Tamayo / [email protected]
De los principales retos del crecimiento urbano está garantizar el suministro de agua potable. Para 2050, según estimativos de EPM, los valles de San Nicolás y Aburrá van a requerir unos dos metros cúbicos por segundo adicionales de tratamiento. Hoy se distribuyen 9.4 metros cúbicos por segundo.
En la actualidad el Valle de Aburrá surte su agua potable de dos embalses: la zona sur desde La Fe y el norte desde el embalse de Riogrande (en jurisdicción de los municipios de Entrerríos, Santa Rosa de Osos, Donmatías y San Pedro de los Milagros) que tiene una capacidad de unos 120 millones de metros cúbicos, es decir, unas diez veces el ubicado en El Retiro.
“Como el Valle de San Nicolás está creciendo tanto, entonces hay que hacerle otra represa”: Jorge Londoño de La Cuesta, gerente de epm.
Sin embargo, el crecimiento de los valles de Aburrá y de San Nicolás tiene a EPM evaluando alternativas. Jorge Londoño de la Cuesta, gerente de la entidad, explicó que se busca ampliar las redes del Aburrá para liberarle capacidad a La Fe, de manera que atienda la demanda de agua potable de Rionegro y los municipios vecinos.
“Como el Valle de San Nicolás está creciendo tanto, entonces hay que hacerle otra represa”, aseguró Londoño. Víctor Manuel Herrera, Jefe de la Unidad Gestión de Infraestructura Agua y Saneamiento EPM, agregó que dentro de las opciones que se contemplan para el nuevo espejo de agua está la “cuenca del Río Piedras, que se encuentra entre los municipios de La Ceja y La Unión”.
Aunque el proyecto, según Herrera, aún es una idea, al igual que otras alternativas, “la decisión definitiva se está construyendo desde ya y dependerá de los beneficios que demuestren cuál alternativa de suministro es la mejor”. El funcionario añadió que “hay una vocación clara por parte de EPM para dar solución en el suministro de agua potable a la región”.
Fabio Ríos, director de Masora (Municipios Asociados del Altiplano del Oriente Antioqueño) afirmó que hasta ahora desconocía el proyecto y las pretensiones de EPM, pero lo calificó como positivo para la región. “Ojalá se pueda abastecer de agua potable el Oriente y no sea como cuando se hizo La Fe, que se pensó para abastecer esta región y hoy vemos que lo hace es con un gran porcentaje del Valle de Aburrá”, concluyó.
Por su parte, el concejal de La Ceja, Nelson Carmona, aseguró no conocer esta idea de EPM, pero pidió que todo proyecto que se adelante en la región “cuente con la debida socialización con las comunidades del sector para que no pase como en otros casos en el país”.
Herrera explicó que por ahora es incierta la fecha estimada para que entre en operación, “toda vez que dependerá de la demanda y de la forma que copemos el suministro con alternativas más económicas y viables”. Explicó que el proceso de cierre financiero favorable para el proyecto podría ser en unos diez años, momento en el cual se iniciaría la compra de predios.