Desde Santa María de los Ángeles nos compartieron una nueva y sorprendente modalidad de extorsión o de estafa (o, por lo menos, intentos de ello). Resulta que la señora de la foto, en al menos dos casos conocidos, pide con insistencia a los vigilantes de unidades residenciales que le presten el baño asignado al servicio de cada portería. Una vez los porteros acceden, por solidaridad, la señora no sale del baño ni responde, por lo cual debe ser forzada la puerta del mismo. Una vez sucede esto, la encuentran semidesnuda y empieza a gritar que va a ser violada. “Entonces pide plata para no armar escándalo. Gracias a que hay cámaras e inconsistencias en su relato, no le ha dado resultado esa treta y se ha llamado a la policía”.