Nunca es tarde. Pero la excusa… sí.
Vivimos en una época que nos grita todo el tiempo: ¡sé más! ¡Logra rápido! ¡No pares nunca! Y entre tanto ruido, muchos terminamos creyendo una mentira muy bien disfrazada: que, si no lo lograste antes de los 30, de los 40 o de los 50, ya no vale la pena intentarlo. Que si no tienes una empresa, una marca personal o miles de seguidores, mejor ni te muevas.
Pero no solo es falso. Es peligroso. Porque esa idea se vuelve un freno que parece sensato, pero en realidad, es miedo vestido de lógica.
Lee todas las columnas de Juan Manuel Gaviria aquí.
La frase más tóxica que repetimos hoy no es “no puedo” ni “no sé cómo”. Es esta:
“Ya perdí mucho tiempo.”
Y justo ahora, en la era en la que todo está al alcance de un clic, en la que puedes aprender, emprender, enseñar, vender, conectar o crear desde el celular, seguimos diciéndonos que “no es el momento”.
Lo que antes era una excusa razonable —la falta de recursos, de acceso, de oportunidades— hoy simplemente no aplica. El mundo digital lo cambió todo. Democratizó las herramientas. Las puso en las manos de todos. Pero también dejó algo en evidencia: Ya no hay razones. Solo decisiones.
Y, aun así, muchos siguen atrapados en la peor excusa de todas: “No tengo tiempo.”
El tiempo no se encuentra tirado por ahí. El tiempo se construye. Se protege. Se decide. Y lo que no se prioriza, no se transforma. Así de simple.
Lea: Silencio, por favor: estamos dejando de pensar
Entonces, ¿cómo rompes esa narrativa que sólo aplaza lo que sí quieres hacer?
- Deja de contar los años. Empieza a contar los pasos. Lo que pasó, ya fue. El futuro no necesita tus justificaciones. Necesita que te muevas.
- Cambia el “no tengo tiempo” por “no estoy priorizando”. Sí, me duele un poco. Pero es real. Lo que te importa de verdad, lo pones en tu calendario. Aunque sea media hora al día, lo defiendes.
- Usa lo digital como trampolín, no como anestesia. Cada vez que haces scroll, estás tomando una decisión: ¿te estás inspirando o distrayendo? ¿Estás evadiendo o avanzando?
- No esperes tenerlo todo claro para arrancar. La claridad aparece en el camino, no antes. El que empieza con dudas ya está un paso adelante del que se quedó esperando certezas.
Nunca fue tan fácil empezar. Pero tampoco nunca fue tan fácil autoengañarse.
Únase aquí a nuestro canal de WhatsApp y reciba toda la información de El Poblado y Medellín >>
Hoy el mundo premia a quien se atreve, no a quien espera. Y si hay algo realmente caro, es seguir pagando con tu energía, tus ideas, tus años… por una excusa que suena inteligente pero que en realidad solo te está robando la oportunidad de intentarlo.
Nunca es tarde. Pero si sigues repitiendo que lo es… lo va a ser.