Esta casa, en el sector conocido como Barro Blanco, en Rionegro, es la protagonista de nuestra portada. Fue tomada por Alejandro Loaiza, fotógrafo de nuestro periódico, en uno de sus recorridos. Nos llama la atención porque tal vez sea una de las últimas casas de este estilo que queden en Oriente. O, al menos, en Rionegro, un municipio que crece con velocidad.
Observar sus detalles, nos lleva a esos años pasados en los que la vida campesina era predominante, y en los que aún era posible vivir a un lado del camino. Mirarla, también nos deja una pregunta: ¿podrán los más humildes y originarios de un lugar vivir ahí, en tiempos de bonanza, turismo y crecimiento?