| Recientemente, y por invitación del senador antioqueño Juan Carlos Vélez, se reunieron en la Milla de Oro un grupo de hoteleros y administradores de unidades residenciales de Medellín y otros municipios del Valle del Aburrá, con Jackeline Molina, funcionaria del Ministerio de Protección Social. El objetivo era tratar de esclarecer las múltiples inquietudes que existen frente a los verdaderos alcances de una Ley que aún no se reglamenta: la Ley 1209 de 2008, conocida también como la Ley Espitia, encargada de determinar las normas de seguridad en las piscinas. En el limbo Varios de los administradores presentes, entre ellos Jenny Acero, se quejaron por la falta de claridad en la Ley. “El problema -dijo- ha sido el desconocimiento de la norma por parte de los funcionarios y nosotros hemos tenido que asumir las consecuencias de ese desconocimiento. Hace 30 años el Ministerio de Salud quedó debiendo la reglamentación técnica de las construcción de piscinas y este incumplimiento es causa hoy de incertidumbre”. “Nos van a enloquecer a todos las leyes, los decretos y los mismos funcionarios de la Secretaría de Salud, pues todos dan informaciones diferentes”, se quejó otro de los participantes. Y no son pocos los casos de unidades residenciales que pidieron dinero extra a los copropietarios para hacer las adecuaciones, pero después todo quedó en el limbo esperando la reglamentación de la Ley. Se esperaba que esta se expidiera el 14 de julio pasado, pero a la fecha sigue en elaboración, tal y como lo informó Jackeline Molina, encargada de sacar adelante dichas especificaciones técnicas. Sin embargo, aseguró que a mediados de enero de 2010 la Ley estará reglamentada y las dudas se despejarán. Por cerramientos no se puede sancionar Otras de las denuncias que recibió la funcionaria del Ministerio de Protección Social se refiere a las supuestas presiones y sanciones que está ejerciendo la Secretaría de Salud de Medellín en algunas urbanizaciones porque las piscinas aún no tienen cerramientos ni dispositivos de seguridad. Ante esta acusación, el Ministerio fue claro: “No se puede sancionar hasta que esté reglamentada la Ley. Las autoridades sanitarias tienen la orden de hacer inspección, vigilancia y control de prácticas higiénicas y calidad del agua pero no pueden pedir dispositivos de seguridad. Es decir, no pueden sancionar por no tener alarmas o cerramientos”, manifestó la representante del Ministerio de Protección. Otra de las dudas que tenían los administradores era acerca de si sobre ellos recae la responsabilidad penal en caso de un accidente en una piscina. La respuesta es no, pues es responsabilidad de los padres. No obstante, se aclaró que desde hace 30 años la Ley 9 de 1979 obliga a toda piscina a tener a una persona que haga de salvavidas. “En este momento nadie puede desconocer lo de los salvavidas, más ahora cuando empieza la temporada de vacaciones”, enfatizó Jackeline Morales. Calidad del agua Por lo que sí pueden sancionar las secretarías de salud es por la calidad del agua. El ingeniero Raúl Rojo, Líder de Programa de la Secretaría de Salud de Medellín, informó que “seguimos encontrando dificultades. Mientras no se tenga una piscina cerrada, garantizar la potabilidad del agua al 100% es muy difícil porque no hay sistema que garantice que la persona se bañe previamente”. Según sus cifras, en Medellín hay incumplimiento a parámetros de ph en el 80% de las piscinas; incumplimiento a los parámetros de existencia de cloro, en el 60% de las piscinas; piscinas con coliformes totales, el 45%, y hay presencia de coliformes fecales en el 18% de las piscinas. De acuerdo con el Ministerio de Protección Social las infecciones de ojos, oído y piel que se adquieren en las piscinas son causadas precisamente “por las descargas que hace el cuerpo humano ya sea por la mucosa de la nariz, saliva, sudor, materia fecal, orina, piel muerta, así como cremas bronceadoras, polvo, polen y heces de animales enfermos”. Por eso, mientras se reglamenta la Ley, no sobra hacer campañas educativas e idearse controles que hagan de las piscinas sitios seguros, en todos los sentidos. | |