En los días anteriores a la reunión, las posiciones, a favor y en contra de los parquímetros, se radicalizaron. Las cosas estaban a punto de salirse de madre, pero esa noche, gracias a lo dicho por el Secretario de Tránsito, José Fernando Ángel, la temperatura bajó, y las cosas terminaron en aplausos y gritos contra los parquímetros en el barrio.
En pocas palabras, el Secretario dijo que dejaba en manos de la comunidad la decisión de ponerlos o no en Provenza, y que esperaba que todos los sectores de la comunidad conciliaran sus intereses y acordaran una propuesta de regulación del estacionamiento en el barrio. Los asistentes a la reunión dieron un no aclamado a los parquímetros y nombraron una comisión de vecinos para formular la propuesta de autorregulación al Municipio.
Dijo Ángel que los abogados de la Alcaldía aseguran que, contrario a lo que se ha dicho hasta ahora, el Municipio no está obligado a concederle más celdas de estacionamiento a Azer, la empresa concesionaria de los parquímetros. “Sabemos que nos van a demandar, y en caso de perder tendremos que responder con nuestro patrimonio personal, pero lo creemos a nuestros abogados y vamos a tomar ese riesgo”, dijo Ángel, quien recordó además que la concesión de Azer (otra gracia del gobierno de Juan Gómez Martínez) vence el 30 de junio de 2007, y agregó: “Eso no quiere decir que ese día terminen los parquímetros, sino el sistema actual, que es muy duro, yo diría que inhumano”. Ese sistema, de pago por horas y de reventa de las celdas, nunca pudo ser modificado a pesar de los intentos de renegociación hechos antes por el gobierno de Luis Pérez y ahora por el de Sergio Fajardo.
Los concejales Mauricio Tobón y Federico Gutiérrez, miembros de la Comisión Accidental encargada de estudiar el tema de los parquímetros en toda la ciudad, llegaron con la idea de sentar a las partes enfrentadas a conversar y resolver sus diferencias, y ante lo dicho por el Secretario de Tránsito, se dieron por satisfechos y convocaron a la comunidad a hacer la propuesta de autorregulación pedida por la Alcaldía, no sin antes insistir, como lo dijo Gutiérrez, que “el contrato de parquímetros que existe hoy es inconveniente para el Municipio y los ciudadanos”.
Nadie de Azer estuvo en la reunión y tampoco nunca se supo a ciencia cierta quién fue que pidió o propuso la instalación de parquímetros en Provenza.