La armonía ambiental y social también pueden ser un regalo para la ciudad. Fórmulas para aplicar sin dejar de disfrutar.
En esta época donde los regalos vienen y van, y en la que el derroche no solo es de energía, viene bien realizar el esfuerzo de ajustarse al contexto del planeta a partir de acciones y recursos sostenibles, con las implicaciones ambientales y sociales que estos tengan.
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Estas son algunas ideas fáciles de cumplir, que podrá replicar y compartir con sus conocidos.
1. Compre los regalos a fundaciones.
Johanna Logreira, diseñadora industrial y creativa, tiene la costumbre de comprar sus regalos a fundaciones que ofrecen opciones muy útiles y que, además, con lo recogido soportan sus obras sociales. Algunas de esas entidades son Carla Cristina, Santiago Corazón y La Caja del Amor. “Es mejor dar que recibir, y más cuando lo que das lo compraste con un propósito. Además, estoy segura de que muchas personas compran muchas cosas que luego no les van a servir”, dice.
Por ejemplo, la Fundación Santiago Corazón está ofreciendo tarjetas de Navidad y en otros casos hay bonos para toda ocasión. Los recursos se destinan a ayudar a niños con enfermedades del corazón.
La Caja del Amor, por su parte, consiste en la entrega de una caja destinada a una familia, que incluye artículos para sus integrantes, además de alimentos.
2. Regale productos sin plástico.
En lo posible, regale productos que no contengan plástico, ni en sus materiales ni en sus empaques. Una opción, que incluso Logreira los fabrica, son productos hechos con material reciclado, como almanaques que ella hace con los sobres que le quedan en su labor como caligrafista para tarjetas de invitación a eventos. Estos calendarios llevan impresa en uno de sus respaldos las fotografías que el cliente desee utilizar, y en el otro lado un mensaje que indica que ese producto fue hecho con elementos reutilizados.
3. La educación, un regalo muy preciado.
Una idea que se sale del molde tradicional es que, en vez de entregar un regalo material, el detalle sea regalarle un mes o un semestre de educación a una persona que lo necesite. La persona la puede elegir usted, o acudir a entidades y fundaciones que se encargan de la selección.
4. Compre plantas.
Logreira instaló hace seis meses, en un jardín de su urbanización, una huerta en la que sembró algunas plantas que regalará en esta Navidad. Ella considera que quien las reciba valorará que quien se las entregue las estuvo cultivando y dedicándoles tiempo.
5. Artículos hechos con material textil recuperado.
La diseñadora Juliana Correa elabora artículos con el material que ha recuperado de los desechos de empresas textileras que se lo donan para que ella fabrique ropa, telas y otros elementos que se pueden ver -y adquirir- en la exposición AlHilo, que está abierta en Tragaluz.
6. En la cocina, solo lo necesario.
La nutricionista Sandra Alfaro cree que es posible disfrutar sin caer en excesos alimenticios y probar alternativas saludables. Por ejemplo, sugiere hacer la natilla con leche descremada y con estevia en vez de azúcar. Esta, a su vez, no tiene por qué ser añadida a las hojuelas, y preparar solo los buñuelos que sean necesarios y no en cantidades que no provoca repetir.
Otra idea es que con una libra de natilla pueden comer hasta 16 personas.
“No compre más de lo necesario. Si usted hace tres cajas, es probable que sus invitados se coman todo lo que prepare, pero con una sola basta para dejarlos plenos”.
Por: Sebastián Aguirre Eastman / [email protected]