Daniel Jaramillo se hartó de lo que considera es “una impunidad descarada”. Este vecino de San Lucas es un empresario que se define como “un ambientalista interesado en ver la ciudad bonita; no hay nada más”, razón por la cual se unió a otros activistas para fundar el Observatorio del Paisaje Visual Urbano, una nueva veeduría ciudadana que, entre otros temas, propone erradicar el uso de pasacalles.
“A la norma se la salta todo el mundo. Solo se permiten para eventos, unos pocos y en un sector específico. Vemos que, en no pocos casos, aprovechan los escasos permisos que se tramitan formalmente para poner los que quieran; les autorizan cuatro y ponen 40, por ejemplo, en todos lados”, dice Jaramillo, quien asegura estar cansado de interponer varias PQR por este tema, ante la Subsecretaría de Espacio Público.
“Lo llamativo es que quienes más recurren a los pasacalles son los constructores, que bajo ningún concepto los pueden poner. Cuando vean un pasacalle de un proyecto, sepan que ese pasacalle es ilegal”, explica agregando que “los constructores lo saben y apenas se los bajan, al otro día están instalando nuevos, porque no les pasa nada, pese a que en cada pasacalle están los datos del infractor”.
En este punto, habla de la labor que adelanta una cuadrilla especial de Espacio Público, dedicada a desmontar estos elementos. Consultamos con esa dependencia, la cual nos informó que, a lo largo del primer semestre, retiraron 914 pasacalles en toda la ciudad; la mayoría, en la Comuna 14.
“Están rebasados. Pueden tardar una semana o dos en volver a un sitio y vuelven a encontrar más pasacalles. Cuando preguntamos por sanciones, nos remiten a las inspecciones de policía. No tienen registros de ninguna sanción”.