Muy breve historia del Oriente antioqueño (1)

El Oriente antioqueño (el cercano a Medellín, hay que aclarar) es una zona geográfica especial, única. Su historia es fascinante y posee una dinámicamuy propia, que la mayoría de sus muy numerosos nuevos habitantes quizá olvidó. O no conoce. Es difícil encontrar casos comparables en el resto de Colombia.

El lanzamiento de este nuevo periódico, Vivir en Oriente, es un excelente pretexto para que los viejos y nuevos habitantes de Oriente recordemos cómo hemos llegado hasta aquí. Veamos: Luego de casi tres siglos de colonización precaria alrededor de la minería, y siempre bajo dominio español, a finales del siglo XVIII llegan cambios dramáticos para Oriente, gracias al liderazgo de Juan Antonio Mon y Velarde, un joven corregidor asturiano con espíritu innovador y revolucionario.

Buscando disminuir la extrema pobreza y decadencia de la región, su énfasis fue la titulación a campesinos de tierras muy subutilizadas en diferentes zonas de Antioquia, empezando por el Oriente. Extensiones gigantescas que habían sido otorgadas por medio de antiquísimas cédulas reales a conquistadores y sus descendientes, por lo general para minería de oro.

Este impulso, que podría definirse como la primera -y quizá la única exitosa- reforma agraria en Colombia, sirvió para promover la fundación de poblados, el desarrollo de la agricultura y el comercio, y la construcción de caminos.

Mención especial merece la (re)fundación de Rionegro en 1783, que resulta del traslado físico de la mayoría de los habitantes del muy antiguo y ya muy venido a menos poblado de Arma, en cercanías de Aguadas, Caldas. Allá no dejaron casi nada, ni el escudo ni la Virgen del Rosario.

Antes de esto, en Rionegro existía una aldea llamada San Nicolás, de ahí el actual nombre del valle. Instalarse de manera permanente en San Nicolás y sus inmediaciones era una elección obvia: clima fresco, abundantes aguas, suelos fértiles, pastos verdes para el ganado, minería aceptable y, sin duda, la ventaja geográfica y comercial de quedar justo sobre el camino entre la villa de Medellín y Santa Fe de Bogotá.

Casi las mismas razones que han motivado a miles y miles de habitantes de Medellín a trasladarse a vivir aquí en los últimos años.

La población empieza a crecer, tanto de nuevos propietarios como de mano de obra, necesaria para ocupar las numerosas fuentes nuevas de empleo.

Comienza el Siglo XIX, llega la campaña de Independencia y surge en esta zona la brillante figura militar y civil de José María Córdova, nacido en Concepción. Su valor, liderazgo y capacidad estratégica lo hacen gran aliado de Bolívar. Apenas saliendo de la adolescencia, en 1819 lo nombra Gobernador de Antioquia, pero lo sigue requiriendo en sus múltiples campañas militares. Córdova se vuelve protagonista de la independencia de la Nueva Granada y del Perú.

Inicia la República. Luego de varios años del extraño gobierno de Bolívar, -muy centralista, casi monárquico- Córdova se subleva. Y termina muriendo a manos de soldados enviados por su antiguo mentor para controlarlo.

El Oriente sigue teniendo gran influencia en Antioquia y en Colombia, siendo Rionegro la sede de la constitución federalista y muy liberal de 1863. Marinilla se convierte en capital del Departamento de Oriente, dentro del Estado Soberano de Antioquia.

*Siguiente entrega: Siglo XX. Oriente ve su población joven trasladarse a Medellín y las propiedades campesinas se transforman en fincas de recreo.

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