Por Daniel Palacio Tamayo
Hay vecinos de vecinos. El trato y el relacionamiento con ellos es uno de los principales indicadores de confianza ¿Estaría dispuesto a compartir vecindario con un exconvicto? ¿Con un enfermo de VIH? ¿Con población desplazada? ¿Con un narcotraficante o un confeso corrupto?
Como el edificio Mónaco, la mansión Montecasino ha sido un vecino tachado de indeseable. Ambos bienes tienen un denominador común: dineros del narcotráfico. Para la antigua propiedad de los hermanos Castaño, se sabe que una vez aprobado el plan de desarrollo del departamento y finalicen los trámites administrativos ante la Unidad de Víctimas, se instalaría allí la sede de tres de los programa bandera del gobernador Luis Pérez.
La gerencia de paz, la universidad virtual y la empresa agrícola del departamento ocuparán este predio, estas dos últimas principalmente con su aparato administrativo y técnico. Por su parte, el gerente de paz de Antioquia, Luis Guillermo Pardo, ha anunciado que este espacio servirá para la atención a víctimas y la reconciliación y como punto de encuentro para proponer nuevos acuerdos “que ayuden a consolidar una paz duradera en el territorio”.
Pardo, aseguró que “no se descarta que desde este lugar se promuevan tanto pactos de no agresión entre combos que operan en el Valle de Aburrá como una salida jurídica para su desarme”. Lo que podría significar que al lugar asistan no sólo víctimas del conflicto armado para aprovechar estos espacios, sino también personas en el proceso de reintegración a la vida civil.
Guerrilleros, paramilitares y narcotraficantes, son las personas que menos aceptación social tienen. Sin embargo, los habitantes de Medellín, de acuerdo con la encuesta de Retos y Oportunidades de la Cultura Ciudadana de Medellín, realizada en 2015, en un 41 por ciento, no quisieran compartir con personas desmovilizadas. El porcentaje es similar al del rechazo por vecinos homosexuales y prostitutas.
El profesor de Sociología de la Universidad de Antioquia, Raúl Montoya asegura que “esto va a cambiar pronto, por los procesos políticos y sociales alrededor del conflicto, y será una prueba a nuestra tolerancia”. Mauricio Castaño, vecino y vocero de algunos habitantes del sector de La Frontera, llama la atención de las autoridades para que socialicen las implicaciones de la afluencia de público a esta zona, sin desconocer las virtudes de los tres programas.
“La atención a públicos debe hacerse de forma digna, sean quienes sean, víctimas o victimarios, con un espacio adecuado”, reconoce Castaño. El profesor Montoya, afirma que es hora de desestigmatizar espacios y personas, para lo que es ideal un parque público que sirva de encuentro ciudadano, tal y como lo han reclamado sectores como la Junta Administradora Local de El Poblado.
Retos y oportunidades de la cultura ciudadana en Medellín, 2015. Corpovisionarios y Alcaldía de Medellín
Personas que no le gustaría tener como vecinos
Quijano asegura que Montecasino, como sede de la Gerencia de Paz tendría que ser más un espacio de la burocracia. “Se podrían dar reuniones con líderes y autoridades, pero nada más”, pues señala que lo ideal para un laboratorio de paz es que se haga en el mismo territorio, con el acompañamiento de la sociedad civil y las autoridades, tal y como se está proponiendo para el desarme de unos 160 jóvenes en Castilla.
El Secretario de Educación del departamento, Néstor Restrepo Bonnet, aseguró que aunque aún no se tienen los lineamientos académicos de esta institución digital, la presencia de estudiantes en este lugar sería mínima. Afirmó que “sin duda la recuperación de este predio será para ponerlo al servicio de los antioqueños”, aunque no necesariamente asistan estudiantes, pues en el lugar estarían los equipos y los profesionales que surtan de contenidos el portal del centro de estudios digital.
Jorge Mario Alzate, director de la Unidad de Víctimas de Antioquia, reclamó que la población víctima del conflicto armado pueda acceder a los programas ofrecidos por medio de esta universidad digital como forma de reparación.
“Total tranquilidad. Montecasino es solo para temas administrativos, no va a ser para llenar eso de campesinos, ellos pueden estar, claro, pero serán más temas administrativos porque en La Alpujarra ya no cabemos”, afirmó Callejas.
El corporado aseguró que estos son temas que estarán en discusión en la Asamblea, una vez se presente el proyecto del Plan de Desarrollo del departamento para que, por lo menos estos tres proyectos, “arranquen inmediatamente se apruebe, eso es impajaritable”.