Con un año de atraso, la Alcaldía de Medellín convocó recientemente a los integrantes de las mesas interreligiosas comunales y corregimentales para que escogieran, entre ellos, los cinco integrantes que harán parte del segundo Comité Distrital Técnico Sectorial de Libertad de Creencias y de Cultos.
Esta instancia, creada en 2021 por decreto municipal, tiene como misión principal acompañar el cumplimento de la política pública de Medellín en materia de libertad religiosa, uno de los derechos humanos menos conocidos y más vulnerado, de distintas maneras, en nuestro entorno.
De cara a la mencionada elección, la ciudad se dividió en cinco zonas, las cuales debían escoger su representante al nuevo comité distrital. Para estos efectos, El Poblado hace parte de la Zona 3, junto con las comunas 8, 9 y 10, correspondientes al centro y sur medellinenses.

Gracias al trabajo mostrado por su participación en la Mesa Interreligiosa de la comuna 14, considerada una de las más dinámicas de la ciudad, Edwin Alexis Osorio Lema, vecino de El Poblado, es ahora parte del referido comité.
“Nacimos como mesa interreligiosa y de organizaciones basadas en la fe, en julio de 2022. Hemos crecido en integrantes y acciones en estos pocos años, por eso contamos hoy con representantes de 16 organizaciones de carácter religioso, con presencia en el territorio”, explicó Sonia Joya, fundadora y actual coordinadora.
La mesa es un reflejo de pluralidad, reuniendo en un mismo espacio de concertación y trabajo conjunto a representantes de diferentes corrientes cristianas, incluyendo católicos (de dos parroquias: Santa María de los Dolores y San José) y protestantes. También hacen parte de ella voceros de la comunidad judía de Medellín, con sede en Villa Carlota.
Es más, el presidente de la Mesa Interreligiosa de El Poblado es, desde este año, el rabino Fede-
rico Gabriel Surijón, quien llegó a la ciudad con su familia hace más de dos años, proveniente de
Argentina, con el fin de liderar la Unión Israelita de Beneficencia de Medellín y su sinagoga.
“La importancia de esta mesa es su trabajo por hacer cumplir la política pública de libertad religiosa y ahondar en el diálogo interreligioso y con entes gubernamentales, entidades privadas, sociales, con el objetivo de trabajar por el bienestar social. Buscamos que la comunidad nos identifique también como agentes de cambio, para la reparación positiva y creativa del mundo, que es lo que corresponde a cualquier entidad social, incluidas las religiosas”, comentó el rabino.
Unidos para proponer y aportar
El trabajo de las mesas interreligiosas en comunas y corregimientos de Medellín es coordinado por la Secretaría de Participación Ciudadana. Desde el Departamento de Antioquia, con su Dirección de Derechos
Humanos (adscrita a la Secretaría de Seguridad y Justicia), también se apoya y se brinda formación. La mesa de El Poblado puede, en poco tiempo, mostrar actividades de impacto social como donaciones de pupitres, conversatorios en colegios sobre proyectos de vida, prevención de drogadicción y del abuso sexual. “Nuestro proyecto más cercano tiene que ver con el montaje de una huerta urbana que beneficie a madres cabeza de hogar en el sector de Garabato. Tenemos ya el terreno (en la foto), al lado de la sede de la Junta de Acción Comunal, con la que venimos trabajando”, dijo Sonia Joya. La cooperación interreligiosa y el diálogo social propiciados por la mesa permiten la optimización de recursos, con innovación y creatividad, aprovechando el trabajo de fundaciones, asociaciones, colegios, universidades, hospitales, bancos de alimentos y comedores que manejan las distintas organizaciones religiosas.