Medellín quedó habilitando
A pesar de que el nivel de las instituciones educativas de la ciudad ha venido creciendo desde el 2005, la ciudad se rajó en las pruebas del ICFES en 2012
Foto cortesía Eafit
La publicación en la revista Dinero de los mejores puntajes en las pruebas Saber 11 (ICFES) de los colegios del país, desconcierta a muchas personas en Medellín y Antioquia. Aunque históricamente la ciudad no ha mostrado un posicionamiento importante en estos resultados, las inversiones y la decidida política de darle prioridad a la educación en los últimos 10 años, han elevado las expectativas.
Esta priorización, incluidos millonarios recursos, se hizo más evidente con Sergio Fajardo como Alcalde de Medellín (2004 – 2007). En su administración se amplió la capacidad instalada oficial, mediante una inversión de 287.112 millones de pesos en infraestructura física educativa y 9.022 millones de pesos en dotación de mobiliario escolar. Se construyeron diez colegios de calidad (inicialmente), se adelantaron 235 ampliaciones y adecuaciones y 667 obras de mantenimiento.
Foto cortesía Eafit
Se convirtió en una política pública apostarle a la educación, según los eslóganes que se difundieron y se siguen difundiendo para hablar de Medellín y Antioquia como “las más educadas”.
La posta de la educación fue tomada por las dos administraciones posteriores (Alonso Salazar y Aníbal Gaviria). De ahí la sensación de desesperanza con los números obtenidos. Resulta que Medellín, en los puntajes de 2012, ubica su primer colegio en el puesto 27 del escalafón (La Enseñanza) y solo incluye a siete instituciones educativas en el top 100 nacional. En cambio Bogotá ubicó 43 colegios en los 100 mejores y Cali llegó a 13.
Foto cortesía Eafit
Ante este panorama la conclusión primaria sería que no ha funcionado lo que se ha hecho en materia educativa. Claro, si se toma esta medición como la última palabra en el diagnóstico del avance en la calidad. Esto ha llevado a muchas personas, vinculadas con la educación, a cuestionar la metodología utilizada por el ICFES. No obstante, es la misma Secretaria de Educación de Medellín, Luz Elena Gaviria, quien resalta la importancia de las pruebas para adelantar diagnósticos.
Ella advierte que, por el contrario, los números vistos en detalle le entregan a Medellín ese premio que tanto ha buscado en materia educativa. Desde 2004 hasta la fecha, la ciudad realmente ha crecido en los indicadores de una manera sostenida.
“En 2004 el 16% de los colegios públicos de la ciudad estaban en nivel inferior, el 64% en el medio y el 19% en el nivel superior. Al mirar el 2012, con todo el proceso de mejoramiento de la infraestructura y la conectividad, se ve una disminución en la franja de inferior, que pasa al 8%. En el nivel medio bajamos a 56% y en nivel superior hemos escalado hasta el 35%”, dice la funcionaria.
Estas cifras muestran que desde 2004 y hasta el 2012, Medellín ha duplicado sus alumnos en nivel superior y ha reducido a la mitad los que están en nivel inferior.
Según ella, las noticias son mucho más alentadoras si se tienen en cuenta dos factores: que estos procesos en educación no se dan de un día para otro y que el mayor esfuerzo en estos años ha sido en acceso y permanencia en la educación. “En Medellín tenemos cubierto el 100% en acceso a las instituciones educativas y los restaurantes escolares. En transporte escolar hay una alianza con el Metro y los transportadores, generando beneficios con subsidios del 50 y el 100%. Hoy los chicos no pagan un solo peso para ingresar a los colegios oficiales. Todas las instituciones tienen sala de cómputo y conexión por fibra óptica. Esos son avances que no están en el resto del país. Es más, tenemos la tasa de deserción más baja. Solo un 3,7 por ciento (12 mil de los 395 mil estudiantes), mientras la media del país está en 5,2 y la meta nacional es llegar al 3,8”.
Una medición cualitativa
Juan Luis Mejía, ex secretario de Educación de Medellín (1999), hoy rector de Eafit, plantea que al margen de los números hay otros indicadores en los que se ha avanzado mucho. “Uno es en la dignidad del sistema educativo. Y tengo un ejemplo muy claro. Cuando yo fui Secretario de Educación la Secretaría no estaba en la Alcaldía. Me dijeron que estaba afuera porque cuando se la tomaban los maestros se podía evitar un problema mayor. En esa época quedaba cerca a unos talleres en Palacé con Los Huesos. Eso muestra el sitio en el que la sociedad tenía la educación. Era como un estorbo. Hoy el cambio es muy alto y hay una preocupación social”, expresa.
Mejía advierte además que Medellín recibe anualmente entre 25 y 30 mil habitantes nuevos, que vienen desplazados de las regiones más pobres, y por tanto en las condiciones de desarrollo humano más bajas. “Ese desplazamiento le genera un problema grande en indicadores sociales, entre ellos la educación. Así no sea solo por la violencia”.
En cuanto al paso a la educación superior, el rector de Eafit advierte que es claro el desequilibrio entre colegios de alto nivel (comúnmente los privados) y los de bajo nivel. Es evidente en materias como inglés o matemáticas y más específicamente en cálculo.
Él también llama la atención de iniciativas como el Fondo EPM, que “le ha sacado 20 mil jóvenes a las calles y los ha incluido en las aulas de la educación superior, además del esfuerzo del programa Buen Comienzo para la primera infancia, un tema que hace 10 años no se tocaba. Son cerca de 100 mil niños incorporados al sistema educativo. Si no fuera por ese programa estarían en el partidor de la vida en desigualdad frente a los que si tienen esta posibilidad. Es un programa integral con nutrición, salud, acompañamiento psicoafectivo y en los primeros pasos de la educación”.
Aunque resta mucho por mejorar, los análisis parecen dar un parte positivo inicial. Al menos parece que en la ciudad ya no hay excusa para no estudiar y que muchas de las instituciones están entendiendo que no se trata solo de formar a niños y jóvenes por medio de libros y cartillas, es también la meta de forjarlos en unos valores específicos e implementar metodologías que eduquen a seres integrales, felices y curiosos.
Medellín parece ir lento pero seguro, en momentos en los que los paradigmas educativos se están revaluando. Tal y como ha quedado en evidencia en trabajos como el difundido documental La Educación Prohibida, queda la pregunta sobre la capacidad del sistema educativo para pasar de un modelo que recibe niños para contenerlos en los muros de un colegio, para pasar a una metodología que los guíe en su desarrollo. El camino todavía es muy largo.
Educación en El Poblado
Las 24 instituciones educativas de la comuna 14 están en nivel muy superior, incluyendo la única oficial, el INEM, que tiene más de 4.600 estudiantes. Fue precisamente esta institución la que ganó en 2012 el premio a la Calidad de la Educación. Aunque no es una población homogénea, pues recoge estudiantes de toda el área metropolitana, sus estándares de calidad son muy buenos.
Cabe destacar que es en El Poblado y en sus áreas de influencia, en donde están los colegios con los mejores resultados, con casos destacados como La Compañía de María (La Enseñanza), El Montessori, El Theodoro Hertzl (El Retiro), The Columbus School (Envigado), Gimnasio Vermont, Gimnasio Los Pinares y El Fontan.
Conceptos básicos de las pruebas del ICFES
Según los conceptos emitidos por el ICFES, en las pruebas Saber 11 se evalúan competencias y componentes en cada una de las pruebas que integran el núcleo común y el componente flexible. “Las competencias se refieren a los procesos que el estudiante debe realizar para resolver lo que plantea una pregunta. Estos pueden considerarse como herramientas que disponen al sujeto a proponer soluciones a algún problema”. En los componentes estos tienen que ver con “problematizaciones, categorías conceptuales o tópicos sobre los cuales se pregunta. Además, son inherentes a una disciplina o área del conocimiento. Por ejemplo, la célula o la mecánica clásica constituyen componentes de la biología y la física, respectivamente”.